Si Antioquia no le da una solución de fondo a los problemas que aquejan a su deporte en la actualidad, difícilmente podrá mantenerse como la principal potencia en Colombia. Los expertos dicen que está en riesgo el título de los Juegos Nacionales de 2019, luego de dominar en 2008, 2012 y 2015.
Después de que los atletas y entrenadores de alto rendimiento de la región, adscritos a 40 ligas, soportaron en 2016 uno de los años más críticos de los últimos tiempos, este comienzo de 2017 les genera incertidumbre, razón por la cual la semana pasada convocaron a una reunión en Indeportes en la que expusieron inquietudes y necesidades.
La promesa de los dirigentes fue actuar con prontitud para entregar recursos económicos a los apoyados, firmar contratos por cuatro meses con los técnicos y resolver el tema de alimentación en la Villa Deportiva. El plazo que se fijó era este 20 de febrero.
El gerente de la entidad, Hernán Darío Elejalde, les habló a los asistentes del presupuesto que aprobó la Asamblea Departamental para 2017, por 67 mil millones de pesos (ver recuadro), en el que la prioridad, por encima de Altos Logros y el Deportes Asociado, son los llamados proyectos “detonantes” (ciclorrutas y bulevares saludables, autódromo y otros escenarios).
El medallista olímpico Carlos Mario Oquendo y el gimnasta Jorge Hugo Giraldo destacaron el aumento en el presupuesto (Altos Logros tendrá 12 mil millones de pesos para este año, mientras Valle del Cauca destinará 30 mil millones), pero esperan que esos escenarios que planean construir no se conviertan en elefantes blancos y descuiden la esencia que es el deportista. “Es interesante que mejoremos en infraestructura, eso no es malo, pero sin dejar de invertir en los atletas”, anotaron.
Julio Roberto Gómez, exgerente de Indeportes, señaló que para trabajar bien el alto rendimiento se requieren, mínimo, 20 mil millones.
En el módulo de tiro deportivo, Sandra Milena Vélez se lamentaba ayer porque, para poder entrenar, tiene que poner, de su bolsillo, las municiones. La liga de voleibol, el año pasado, no asistió a los campeonatos nacionales de mayores y juvenil masculino por falta de dinero. Y a los que pudo ir, fue con la ayuda de los padres de familia. Los aportes para eventos internacionales también disminuyeron. Estas son muestras de la cruda realidad.
Tras la cita con la dirigencia la semana pasada, los más optimistas se fueron contentos a casa, aunque con algo de desconfianza porque muchas veces les han incumplido aduciendo falta de presupuesto. O como en el comienzo de la actual administración, justificándose en que recibieron la entidad “con la olla raspada”.