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Emanuel y Mafe miden la fuerza de sus raquetas

Los tenimesistas, con experiencia en Selección Colombia, engalanan la novena edición del Festival de Festivales.

  • Emanuel, de Rionegro, y María Fernanda, de Envigado, prometen ser el relevo en el tenis de mesa. FOTOs Julio C. Herrera
    Emanuel, de Rionegro, y María Fernanda, de Envigado, prometen ser el relevo en el tenis de mesa. FOTOs Julio C. Herrera
  • Emanuel y Mafe miden la fuerza de sus raquetas
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  • Emanuel y Mafe miden la fuerza de sus raquetas
15 de enero de 2019
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Emanuel apenas si puede superar los 76 centímetros que separan la mesa de tenis del suelo. Su mano, al posarse sobre la raqueta no alcanza a cubrir la mitad de ella. La pasa entre sus manos, derecha, izquierda, derecha, mientras frunce el ceño antes de empezar el juego. Se pone en posición, lanza la pelota y comienza el show.

Mano izquierda al bolsillo de su pantaloneta y con la derecha, con total soltura, Emanuel Otálvaro García, empieza a mostrar su destreza.

Tiene ocho años y desde que cumplió seis se enfrenta a rivales de las categorías sub-11 y sub-13, más grandes en tamaño y experiencia. Los vence sin ninguna dificultad. Dicen, quienes lo entrenan, que no tiene competencia.

Emanuel participa por primera vez en el Festival de Festivales, ya que el año pasado no pudo hacerlo porque en la categoría de su edad, novatos, no podía competir por su incursión en selecciones Antioquia y Colombia.

Pero este año, con la apertura de la categoría expertos sub-13, el menor de los Otálvaro García pudo representar a su municipio, Rionegro.

Ya se colgó su primera medalla de plata por equipos y va en busca del oro en individual.

“Me atrevería a decir que ni en Colombia ni en Suramérica hay un chico con su talento, él nos sorprende todo el tiempo”, señala León Martínez, su entrenador, mientras lo observa desde una tribuna del coliseo menor Rodrigo Pérez Castro, donde se desarrollan las competencias.

Allí, Emanuel es el personaje más conocido, todos lo saludan, le aprietan sus pequeñas manos y sonríen cada vez que agarra la raqueta.

Y no es para menos, pues a su corta edad ya tiene un palmarés digno de un profesional: primer lugar en el ranquin nacional sub-11, segundo en el escalafón sub-13 y además, el año pasado se metió entre los ocho mejores jugadores sub-11 a nivel continental en el Suramericano que se disputó en Paraguay, donde fue reconocido con el premio a Deportista Revelación de la Confederación Suramericana de Tenis de Mesa.

“Luego de todos estos reconocimientos estamos buscando la manera de proyectarlo a nivel internacional con dos campamentos en Europa para que despegue, si bien él está a un nivel superior a los niños de su edad, necesitamos que a nivel internacional se consolide más. Queremos que este año o el próximo sea campeón sudamericano absoluto en las modalidades que juegue”, comentó Luis Hernán Escobar, entrenador nacional de menores que se encuentra en el Festival siguiendo los golpes del “demonio azul”, como llaman a Emanuel.

“Me dicen así porque uno de mis entrenadores -Juan Giménez- me puso así y porque mi color favorito es el azul”, cuenta Emanuel, que llegó a este deporte por influencia de su hermano mayor (14 años), Federico.

Luego de su paso por el Festival de Festivales, empacará sus raquetas para su tercera salida -también estuvo en un Latinoamericano en República Dominicana-, parta intervenir en el Suramericano de Cuenca, Ecuador, donde luchará por un oro en individual.

“No es porque sea mi hijo pero él es muy bueno, soñamos con que logre cosas muy importantes para el departamento y el país”, contó Yolanda García, la madre orgullosa de Emanuel, que sueña verlo en el futuro como un campeón olímpico.

“La proyección con Emanuel es esa, buscar unos Juegos Olímpicos en masculino porque solamente hemos tenido representación en femenino, por eso desde ya lo estamos cobijando desde la Federación con el programa Reserva y Talento. El primer paso es estar en las Olimpiadas Juveniles, pero vamos con calma”, comenta Escobar.

Por ahora, seguirá descrestando en el Festival de Festivales, con la fuerza de su raqueta.

Mafe, con metas claras

Como cada año, al terminar el calendario escolar, Mónica Marcela Giraldo, saca los cuadernos de sus hijos para botarlos, pero antes revisa que no se vaya algo importante.

En esa búsqueda, encontró un cuaderno con una lista de deseos que su hija mayor, María Fernanda Monroy Giraldo, había escrito desde el comienzo de 2018. Se dio cuenta que cada uno de esos propósitos que su “monita” escribió con ilusión, se habían cumplido.

“Leí punto por punto y me di cuenta que todos, tanto deportivos como académicos, los había logrado. Me pareció genial, arranqué la hoja y cuando pude se la mostré, le dije: “Mira, tan lindo, todo lo cumpliste”, cuenta Mónica, visiblemente emocionada.

Esa, para ella es la mejor manera de describir a su pequeña de 12 años que desde que inició su proceso en el tenis de mesa, hace cuatro años, se lo tomó con todo el profesionalismo del caso.

Aunque al principio no gustó mucho de esta disciplina, el empeño de su tío, Juan Guillermo Monroy, porque practicara, superó la resistencia de la jovencita.

“Él me inscribió en el Polideportivo Sur de Envigado y yo no iba. Una vez, en medio de una reunión familiar, me preguntó si estaba yendo y me regaló una raqueta, ya me vi muy comprometida. Ahí empecé a jugar”, revela Mafe.

El profesor Diego Arboleda pulió su talento y tres meses después de iniciar en el tenis de mesa, en su primer evento competitivo, el Festival de Festivales, se colgó su medalla inicial.

“En el primer Festival de Festivales me gané la medalla de bronce en individual, ahí despegó mi carrera”, dice con propiedad, la “monita” como la conocen sus amigos.

Este año, en su quinta participación en el evento infantil planea retirarse luego de ganar un bronce y tres oros en todas las categorías, aunque no descarta estar en 2020.

“El año pasado pensé -asegura- que iba a ser mi último Festival y luché mucho por el primer lugar porque creo que es la mejor manera de despedirse”, dice la deportista, pero con la apertura de la categoría expertos sub-13 espera hacerlo un año más.

“Si en 2020 no puedo participar porque este Festival es para novatos y yo ya soy Selección Antioquia y Colombia, quiero despedirme con un nuevo oro, ese es mi propósito”, afirma María Fernanda.

Este año también se trazó una nueva meta: volver a viajar, como lo hizo, en 2018 con Emanuel Otálvaro, cuando fueron a República Dominicana para representar a Colombia compitiendo en categorías superiores a las de sus edades, “porque su amor por el deporte va más allá”.

199
deportistas compiten en la novena edición del Baby tenis de mesa que termina hoy.
78
mujeres participaron en esta disciplina durante los cinco días de competencia.

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