Rafael Nadal ganó ayer su título número 11 en Roland Garros tras derrotar al austriaco Dominic Thiem con parciales 6-4, 6-3 y 6-2.
Por la dimensión de su logro y su vigencia pese a las lesiones, quedan pocas formas ya para reseñar los éxitos de Rafa.
Thiem, su más reciente víctima en París, le expresó en la ceremonia de premiación: “es innegable que lo hecho por Rafa es uno de los más grandes logros de la historia del deporte”, estimó dirigiéndose a Nadal, de 32 años.
Y es que la edad del español es necesario reseñarla pues aún, a pesar del paso del tiempo, Rafa sigue causando admiración por su descomunal capacidad tenística y competitiva.
En 2008, su compatriota Nicolás Almagro, en medio de la impotencia por ver cómo Nadal le pasaba por encima, gritaba al banco donde se encontraba su cuerpo técnico: “va a ganar Roland Garros cuarenta años seguidos. Va a tener 65 años y va a seguir ganando Roland Garros. ¡Con 65!”.
Diez años después, la sensación de Almagro sigue latente: parece que Rafa reinará por décadas en París.