En el municipio de El Bagre, ubicado en el Bajo Cauca antioqueño, el agua abunda. El río Nechí, que lo bordea, es para los niños como un juguete más en su lúdica diaria.
De ahí que la labor del entrenador Leovigildo Rodríguez Pulido esté más orientada a enseñarles los estilos (pecho, mariposa, espalda y libre), que los principios básicos de la natación, pues ellos se desenvuelven como pez en el agua.
Así, lanzándose al río con sus amigos, los pequeños que llegaron al Festival de Festivales aprenden, de manera empírica, a nadar y ya en la piscina de Comfama, el entrenador hace su labor de formarlos para la competencia.
Al evento en Medellín volvieron gracias al apoyo de la Alcaldía de El Bagre que les entregó los recursos para el viaje.
Ahora, en la competencia, hacen un llamado para que los encargados de su municipio incluyan en el rubro de recreación, el costo del alquiler de la piscina de Comfama para así asegurar los espacios y poder entrenar sin inconvenientes.
“A través de un convenio con Comfama, nos cobran una tarifa para el ingreso de cada niño. Este año ese dinero fue asumido por los padres, ya que no contamos con el auspicio de la Alcaldía. Eso, a veces, nos limita mucho porque algunos menores no siempre tienen los recursos para poder ir a entrenar”, afirma Rodríguez, licenciado en Educación Física de la Universidad de Antioquia y quien labora en la Institución educativa de aquel municipio, en la que capta los menores para este deporte.
Al Festival, Leovigildo trajo seis deportistas, con los que espera dar la pelea en las pruebas de 100 espalda, mariposa y libre, además de los 25 y 20 metros en las modalidades de pecho y libre.
No se hace ilusiones con el tema de las medallas, pues sabe que el nivel es muy alto. Para él, sin embargo, ya es ganancia ver a sus dirigidos asombrados con las instalaciones del complejo acuático de la capital antioqueña.
Antes de las pruebas, los niños se ubican al lado del pozo de clavados y ante cada lanzamiento de los integrantes de la Selección Antioquia, una exclamación que denota admiración: ¡huyyy! surge de ellos a la par con aplausos.
Jean Carlos Valdés es uno de ellos. De 11 años, practica, además de natación, tenis de campo y taekwondo. Afirma que ama el deporte y que sus padres son felices de verlo practicar sus disciplinas.
Aún no sabe cuál es su preferido, lo que sí tiene claro es que el fútbol no le gusta, y que no sigue a ningún jugador en especial, pues su pasión está lejos de una cancha.
En Medellín está feliz, no solo por competir en una piscina olímpica, sino porque pudo observar a los saltadores que han estado en Olímpicos, como Sebastián Morales y Víctor Ortega, quienes entrenaron en la mañana, cuando ellos apenas llegaban.
La delegación de El Bagre es una de las más reducidas que participa en el Festival, pero sus integrantes están felices de volver a esta fiesta que les permite compartir con chicos de todo el departamento.
Lucharán por una medalla, para regresar a casa con la satisfacción de haber representado a su municipio y con la ilusión de tener más apoyo para mejorar sus tiempos y su técnica, ya que sueñan con ser campeones nacionales.