En un reportaje que realizó hace cinco meses la campeona mundial de tiro con arco, Sara López, como Directora por un Día de EL COLOMBIANO, homenajeó al clavadista Daniel Restrepo como uno de los heroes anónimos del deporte nacional.
En el artículo, el antioqueño describía en qué consistía el clavado perfecto: “es una combinación de técnica, elegancia, elasticidad, fuerza, buena altura y entrada al agua perfecta”.
Todas esas cualidades fueron las que vieron los jurados en el salto del antioqueño en el Mundial Júnior en Ucrania, presentación que premiaron con la medalla de oro, un metal, un objetivo, que Daniel empezó a pulir desde hace 13 años cuando ingresó motivado por su madre en busca de una actividad que le permitiera manejar una hiperactividad diagnosticada a los cinco años.
Con un puntaje de 583.35, el paisa venció a los favoritos en trampolín tres metros, los chinos Luxian Wu (582.50) y Junjie Lian (570.40).
El logro de Restrepo, acompañado en Ucrania por el entrenador Wilson Molina, le entrega el tiquete a Juegos Olímpicos de la Juventud, con sede en Buenos Aires, el próximo mes de octubre. Pero sus objetivos van más allá.
El ganador de cinco oros en Juegos Suramericanos y dos veces campeón panamericano de trampolín de un metro, quiere llegar a Tokio 2020, aunque sabe calidad de los compañeros con los que debe disputar un cupo.
Pero, sin duda, su salto dorado lo ubica más cerca de ese anhelo olímpico .