De entrada, la idea de que en Colombia estrene billete de cien mil pesos en el primer trimestre de 2016, como decidió el Banco de la República, ya levanta ampolla entre varios sectores de la economía.
En el caso de los comerciantes, en primera instancia lo consideran un lío: si hoy lo es cambiar un billete de 50 mil pesos, ¿cómo será con uno de 100 mil?, se preguntan.
El nuevo billete podrá generar malestar e impacto en el comercio minorista, pero en el mediano plazo será favorable: en algunos casos el comprador se sentirá obligado a adquirir más productos, lo que incentivará el consumo.
Además, en materia de seguridad, es mejor tener billetes de alta denominación para no dar la sensación a la delincuencia de que se maneja mucho dinero.
Guillermo Botero Nieto, presidente de Fenalco, gremio de los comerciantes, sostuvo que el billete de 100 mil pesos es necesario para la economía, pues aunque la inflación no se ha desbordado, el país sí ameritaba un cambio que haga más fácil algunas transacciones.
“Cuando se emitió el billete de 50 mil se argumentaron que cómo se iba a pagar una menta con esta denominación, pero todos se acostumbraron”, añadió.
Pero otra cosa piensan los ciudadanos. Jéssica Lorena Agudelo tiene una miscelánea y considera que un billete de 100 mil pesos evidencia la pérdida del poder adquisitivo. “Una quincena de una persona que gane el mínimo se puede pagar con tres billetes, eso nos muestra que el dinero ha perdido mucho valor”, afirma.
¿Afecta bancarización?
Santiago Castro, presidente de la Asobancaria, gremio de las entidades financieras, considera que la emisión de nuevos billetes responde a una necesidad del mercado.
Pero aseguró que una de las batallas que el gremio libra es tratar de reducir el uso del efectivo en Colombia: “y dentro de esa meta se busca que el país tenga la menor cantidad de billetes de alta denominación”. Su preocupación no es con el billete en sí, es sobre la lucha contra uso excesivo del efectivo para buscar una mayor bancarización, aclaró,
Castro es de la idea de que hay estímulos inconvenientes en el país para el uso de efectivo: desde los impuestos a las transacciones financieras (4 por mil) hasta la alta informalidad.
Con todo, el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, señaló la semana pasada que hay varios argumentos para emitir un billete de esta denominación.
La medida se toma, teniendo en cuenta el ingreso per cápita y el monto del salario mínimo en el país: a medida que crecen estas variables, aumenta el valor de las transacciones y la preferencia de uso de billetes de mayor denominación.
Agregó que también se tuvo presente que en la actualidad el billete de 50.000 pesos equivale al 32 por ciento de los billetes en circulación.
