Mostrando su lado humilde, que le aflora sin ningún esfuerzo, Catalina López Correa dice que no sabe si en realidad es una colombiana ejemplar, y de una vez agrega que está muy sorprendida de que se le otorgara el premio por ser una patriota destacada en el exterior. (Video: Catalina López, una vida que se entrega por la gente)
Lleva más de 20 años por fuera del país y ha residido en seis naciones: Francia, Bélgica, Inglaterra, Islandia, Estados Unidos y Canadá. Estudió medicina en la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y después de la graduación, a los 25 años, decidió que lo suyo era seguir estudiando, esta vez en Francia, donde cursó un máster en Genética de la Universidad París V. Después, en Bélgica, un doctorado en Genética de la Universidad Católica de Lovaina.
Así se fue adentrando en el estudio del genoma humano para entender cómo se producen "enfermedades complejas" como la diabetes y el cáncer y de esa manera poder identificar cómo responder a ellas y desarrollar medicamentos acordes con el ADN de cada paciente.
Sin embargo, esos éxitos profesionales, que hoy hacen de Catalina la vicepresidente Científica de la empresa canadiense Genoma Quebec, no son lo que le dan valía. Y es que siempre, en cada uno de los países en los que ha estado, ha trabajado por los compatriotas.
En Islandia, por ejemplo, estuvo ayudando a un grupo de refugiados colombianos, asesorándolos con los trámites legales, con la vida en un lugar donde ser foráneo es una excusa para buscar los hermanos de tierra. Eso, cree ella, la hace una colombiana diferente, y, por qué no, ejemplar.
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