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Presidente Juan Manuel Santos, un mal padrino para las elecciones

Humberto de la Calle fue el jefe negociador del Acuerdo de paz con la Farc y

Germán Vargas Lleras dio el salto en infraestructura, sus campañas fracasaron.

  • Una de las apuestas de infraestructura vial y de vivienda más importantes del gobierno Santos estuvo a cargo del exvicepresidente y excandidato presidencial Germán Vargas Lleras. FOTO colprensa
    Una de las apuestas de infraestructura vial y de vivienda más importantes del gobierno Santos estuvo a cargo del exvicepresidente y excandidato presidencial Germán Vargas Lleras. FOTO colprensa
30 de mayo de 2018
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Una de las conclusiones de la primera vuelta de las elecciones a la presidencia fue que a los dos candidatos que tenían cercanía con el gobierno del mandatario Juan Manuel Santos les fueron esquivos los votos, lo que deja sobre la mesa el debate de si su baja popularidad afectó estas aspiraciones.

No se trataba de funcionarios de bajo perfil, eran protagonistas. German Vargas Lleras fue ministro de Interior y Justicia y logró la profunda reforma al Estado; ministro de Vivienda, sacando adelante el plan de 100 mil casas para los más pobres y, como vicepresidente, fue el encargado del salto en infraestructura que dio el país en los últimos cuatro años con una chequera que alcanzó los 50 billones de pesos. Su gestión fue exitosa, pero en las urnas no le fue reconocido, apenas superó el 7 % de los votos con 1.407.840.

Lo mismo sucedió con Humberto de la Calle, quien tuvo la misión de lograr la finalización de 53 años de conflicto con las Farc. La paz, la principal apuesta del presidente Santos, por la cual recibió el Premio Nobel, tampoco generó resultados y el candidato llegó a 399 mil votos.

Popularidad

Lo cierto es que la imagen del presidente Santos es muy baja, de acuerdo con la última medición de la firma Yanhaas, publicada ayer, la desaprobación llega al 75 %, contra 17 % que respalda su gestión. El 8% restante no sabe o no responde. Con estas cifras, una de las tesis es que la baja popularidad afectó a los dos candidatos que estuvieron ligados a su gobierno.

Así lo plantea Carlos Builes, docente de ciencia política de la UPB, quien afirma que “por supuesto que esta votación ha sido el fruto de una oposición muy dura hacia el presiente Santos, que ha sido construida estratégicamente y de forma muy eficiente para crear una imagen muy negativa. Por supuesto que ha habido errores y el eco se ve reflejado en dos representantes más importantes del santismo en las elecciones”.

¿Voto edosable?

Lo ocurrido con De la Calle y Vargas Lleras es contrario a lo que sucede con Iván Duque, quien era un candidato poco conocido por el electorado, obtuvo el aval del Centro Democrático y luego, de la mano del expresidente Álvaro Uribe, ganó el 11 de marzo la Gran Consulta por Colombia, enfrentando a su actual fórmula vicepresidencial Marta Lucía Ramírez y al exprocurador Alejandro Ordóñez, con un resultado de más de 4 millones de votos, que se multiplicaron a 7.569.693 en la primera vuelta de las presidenciales.

Esa capacidad de endose no es habitual, no sucedió con los votos de Cambio Radical a Vargas Lleras: el partido tuvo 2.122.675 y el candidato 1.407.840. De la Calle, por su parte, apenas tuvo 399 mil votos y el Partido Liberal, que lo avaló, había obtenido 2.218.005 en las elecciones al Senado.

Santos no apostó de forma clara o evidente por ninguno de los candidatos, ni por quien fue el guardián de su apuesta por la paz, ni por su coequipero en el gobierno. En alguna medida, su apoyo, a juicio de los expertos, habría sido contraproducente, tal como ocurrió con la fallida aspiración presidencial de Horacio Serpa, quien fue un férreo defensor del expresidente Ernesto Samper durante el Proceso 8.000 -por el ingreso de dineros del narcotráfico a su campaña, y las urnas le pasaron factura al ser derrotado por Andrés Pastrana.

Polarización

Pero la explicación del pobre resultado puede tener más argumentos. John Freddy Bedoya, docente del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, afirma que “con relación a Vargas Lleras no votaron por él porque la polarización generó que las personas salieran motivadas a votar por los extremos: un cambio frente al actual gobierno con Duque o un cambio en las elites políticas con Petro”.

Frente a los resultados de De la Calle, Bedoya asegura que “era una campaña desorganizada, con un partido fracturado y dificultades para tener patrocinadores. A él, a pesar de su papel en el proceso, no le reconocieron esa labor, la paz como tema estaba desgastado y no lo ven como un logro importante. Se convirtió en un asunto de invisibilidad”.

Para Pedro Jurado, director del departamento de Ciencia Política de la Universidad de Medellín: “la baja popularidad de Juan Manuel Santos favoreció una campaña electoral donde el presidente poco influyó. Pero, sin duda, el hecho de haber formado parte de ese gobierno y la fuerza que tomaron los discursos de descontento de los llamados “extremos”, produjeron que las maquinarias del Partido Liberal y Cambio Radical no tuvieran fuerza”.

Lo claro es que la segunda vuelta tiene a Duque y a Petro compitiendo por la presidencia y el legado de Santos no logró catapultar ninguna aspiración..

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