Casos y no casas de pique. Así de simple es la posición de la administración municipal por la polvareda política que se levantó la semana anterior en Medellín luego de que varios medios locales y nacionales hicieran eco de un reporte del Centro de Consultoría del Conflicto Urbano (C3) que indicaba en que en la ciudad habrían hasta quince viviendas dedicadas al desmembramiento sistemático de cuerpos.
“Para nosotros hay casos de desmembración, el reporte que tenemos es que son nueve en lo corrido del año en el Valle de Aburrá, siete de ellos en Medellín. La fuente nuestra es Medicina Legal, Fiscalía y la Policía Nacional. No tenemos en nuestros registros oficiales de la existencia de casas”, declaró el Secretario de Seguridad encargado José Jair Jiménez.
Aunque la denuncia pública del C3 es contundente al afirmar que serían 15 viviendas, en ningún momento se profundiza indicando en qué lugares estarían ubicadas.
Los antecedentes
Cuatro cuerpos desmembrados hallados en septiembre en la ciudad azuzaron el debate: uno en el Chagualo, dos en Belén Aliadas y uno más en Guayabal. Luis Guillermo Pardo, presidente del C3, reiteró una vez más que se mantienen firmes porque así lo reveló la investigación de que persisten viviendas dedicadas a desmembrar cuerpos en Medellín pero añadió que no es tarea de ellos denunciar formalmente los casos:
“Nosotros somos una ONG que investiga, se autogestiona y que no contrata con el estado. Visibilizamos problemas del conflicto urbano y los reportamos. Hasta allí llegamos nosotros, lo otro es deber de las autoridades: constatar, investigar, ellos -la administración municipal- tienen todo el aparato de inteligencia y todos los recursos pero lo que pretenden es que les entreguemos hasta los delincuentes. Yo no soy ni Policía ni de la Fiscalía”, sostuvo Pardo, académico y excandidato a la Alcaldía de Medellín por el Polo Democrático.
Ese es de hecho el requerimiento que en su momento le hizo el vicealcade de Gobernabilidad a las instituciones que hablan de la existencia de casas de pique en Medellín: “Que en Medellín hayan 15 casas de pique me parece casi novelesco, a lo que invito a estas entidades es a que nos digan dónde están ubicadas”.
Un debate que sin dudas tiene algo de semántico y que no debe esconder el real drama y es que en la ciudad sigan apareciendo cuerpos con signos de tortura. Una muestra del poder de algunas bandas que continúan imponiendo su ley y que demuestran vendettas y rencillas, así se ejecuten en una casa o al borde de una quebrada, a plena luz del día.
