Las áreas en las que se adelante el desminado conjuntamente por guerrilleros y soldados son zonas que se convertirán en una especie de oasis de la guerra, pues una vez sin artefactos explosivos cesarían en ellas todas las acciones militares del Ejército y la subversión.
La anterior noción es posiblemente parte del acuerdo entre Gobierno y Farc logrado en La Habana como medida de desescalamiento del conflicto, y fue la respuesta entregada por Henry Castellanos, alias “Romaña” a uno de los guerrilleros que le cuestionó sobre el futuro de las zonas donde se levantarían las minas antipersonal.
“Hasta ahora es lo que hemos acordado nosotros, es que es una zona en la que queda prohibido volver a bombardear, volver a minar; queda prohibido volver a las confrontaciones en ese lugar”, indicó el jefe guerrillero en un viaje relámpago desde Cuba a los Llanos del Yarí, Meta, viaje realizado en compañía del jefe insurgente Carlos Antonio Lozada, el cual se complementó con el traslado hasta Anorí, Antioquia, de los comandantes subversivos “Pastor Alape” e “Isaías Trujillo” para hablar de los avances en la mesa de conversaciones.
“Los esfuerzos que estamos haciendo para lograr la salida política no es solo lo que se está haciendo en La Habana, es esencialmente lo que se haga o se deje de hacer aquí”, señaló Lozada. En la reanudación del ciclo 37 de negociaciones, las Farc reiteraron en la necesidad de una tregua bilateral y manifestaron que ante la muerte de 37 guerrilleros, en dos bombardeos, mantendrán en alto las “banderas de paz con justicia social”.