Se llama Demi-Leigh Nel-Peters, tiene 22 años y este domingo en Las Vegas fue coronada como la nueva Miss Universo.
Desde el comienzo del certamen fue una de las favoritas. Es licenciada en administración de empresas de la Universidad de North West University
La mayor motivación de Demi-Leigh proviene de su medio hermana, una persona con discapacidad vive en Potchefstroom con su madrastra y su padre.
Uno de los momentos más impactantes en Miss Universo fue cuando contó su historia de violencia. El diario Times Lives lo había narrado en junio de este año al contar que cerca del centro comercial Hyde Park en Johannesburgo, en la noche, cuatro hombres armados se acercaron para tratar de secuestrarla. “Los vi acercarse a mí, tres a mi izquierda y otro del otro lado, y supe por sus ojos lo que venían a hacer. Estaba petrificada pero preparada para lo que venía”.
Los hombres estaban armados, Demi-Leigh bajó del auto pero ellos le dijeron que volviera a subir porque se iría con ellos. La sudafricana recordó algunas técnicas de defensa personal que le habían enseñado y golpeó a uno de los atacantes en la garganta. “Estaba aturdido y me empujó hacia el carro. Me abrí paso a la fuerza y corrí tan rápido como pude hacia el tráfico para obtener ayuda”, narró.
Por ello Demi-Leigh ayudó a desarrollar un programa para capacitar a las mujeres en defensa propia en diversas situaciones. “Ella planea compartir estos talleres y ayudar a tantas mujeres como pueda”, cuentan en Miss Universo.
La virreina del certamen fue la colombiana Laura González y en tercer lugar quedó Davinia Bennett de Jamaica. La francesa Iris Mittenaere le traspasó la tiara en medio de la euforia de sus compañeras.
(Lea aquí: Colombia, virreina en Miss Universo)
Ambas candidatas habían compartido días atrás, en sus cuentas de Instagram, una imagen juntas.