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Cuando nadie creía que un elemento sofisticado podría salir de raíces mexicanas apareció Pineda Covalín, dos diseñadores que, a la suavidad de la seda, le diseñaron motivos prehispánicos de los aztecas y los mayas, dando como resultado una serie de artículos que veinte años después hacen que la cultura latinoamericana esté viva en las pasarelas internacionales.
Cristina Pineda y Ricardo Covalín se unieron en 1996 para crear productos que hablaran de su país y fueran comercializados en los museos. Su aceptación, cada vez mayor, hizo que a los pañuelos y corbatas iniciales se sumaran bolsos, carteras, lentes, zapatos, joyería y accesorios en general, todos bajo el sello característico de su marca: la cultura de América Latina.
El dúo ha viajado por América del Sur rastreando los elementos identitarios de cada región para sus creaciones. El turno para Colombia fue en 2013 cuando, en compañía de Jorge Duque y Samuel Girón, Pineda Covalín hizo una colección inspirada en el territorio colombiano donde las frutas exóticas y el sombrero vueltiao fueron parte de la inspiración.
Ricardo Covalín contó que en sus recorridos encontraron que aunque México y Colombia tenían una cultura muy similar, lo que realmente unía a los países latinos era lo artesanal. “Un elemento muy valorado en Europa porque allá no se ve”.
El trabajo y éxito de los mexicanos ha generado que diseñadores de diferentes países se inspiren en sus riquezas culturales. Covalín ve con buenos ojos que hoy en tiendas de grandes diseñadores colombianos los bordados sean protagonistas. “Las culturas autóctonas son una fuente inagotable de inspiración que además resalta y habla de lo que somos”, concluyó Ricardo, quien habló para este diario el fin de semana. Estaba en Colombia, mostrando su reciente colección en la IV edición del Barranquilla Fashion Week ..