Ramiro Meneses es protagonista de la serie El Bronx, que se estrena este martes, en la franja de las diez de la noche, en la que interpreta a un hombre que decide internarse en lo más profundo de ese sector en Bogotá, para dar con el paradero de su hija, que fue secuestrada.
El antioqueño, que se dio a conocer en el mundo de la actuación gracias a la cinta Rodrigo D (1990), llevaba cuatro años por fuera de la televisión, su última aparición había sido en La viuda negra. Es actor, director, pintor y productor.
¿Cómo describe su personaje dentro de esta nueva producción?
“Es bonito y complicado porque cae allá a buscar a su hija que está secuestrada. El análisis de todo esto es darse cuenta de que cualquiera de nosotros puede caer allí, no es exclusivo de pobres o ricos, actores o políticos, esta vaina le puede suceder a cualquiera. Los seres humanos pueden ser absorbidos por este tipo de situaciones tan dolorosas”.
¿Qué tan complejo es no dejarse afectar por tanta carga emocional de su rol?
“Depende mucho del actor, en mi caso no me interesa que los personajes me influencien, porque entonces no estaría actuando, sino que tendría un problema psicótico, de salud mental. Personalmente, no me gusta que me afecten, por eso estudié para tener un método que me permita aislarme de todo esto y estar impermeable. Es cuestión de estilos”.
¿Siguió cultivando su pasión por el música, por el punk, y la producción de documentales?
“Sigo con la música, tengo dos bandas, una en Medellín, Tres Patadas, recordando el famoso vino barato, y otra en Bogotá, que se llama Chamberlain, que es el partner del Tres patadas, es un blues mezclado con funk, punk y folclor. El programa en Telemedellín, Cultura MDE, no siguió porque no lo volvieron a comprar. Era un proyecto maravilloso”.
El teatro es su otra gran pasión...
“Tengo Taxímetro adulterado, una obra en la que actúo, y Cuando una carcajada se convierte en tos, una obra que dirijo en la que están Luis Eduardo Arango, Diego León Hoyos, Carlos Barbosa y Margarita Giraldo, con ese reparto uno ya va ganando. Es una obra de Felipe Vallejo, también de Medellín, con el que nos juntamos para hacer producciones en conjunto”.