Con el trajín acumulado de todo un año de pisar las mismas calles, por estos días se suman razones para salir de viaje por placer. Conocer lugares que lucen atractivos en fotos de promoción turística, encontrarse con la naturaleza, aprender in situ sobre personajes históricos, arquitectura, ingeniería o un campo del conocimiento que nos apasiona, son motivos; incluso comunicar presencialmente los anhelos más profundos en el altar que convoca miles de devotos.
Abundan, sin duda, las razones, pero no siempre el dinero y el tiempo disponible para emprender largos viajes. Sin embargo la solución para esta contrariedad puede estar en cualquier rincón del Antioquia. A lo largo y ancho de las nueve regiones del departamento hay atractivos de todo tipo para visitar y la mayoría de ellos sirven para armar paseos de un solo día.
Todavía quedan espacios especiales de naturaleza conservada a unos minutos de la ciudad, en el Valle de Aburrá. Están las riquezas hídricas, el aire fresco y los paisajes de montaña del Oriente; también la belleza del arte religioso en las iglesias y las muestras de la cultura que gira alrededor de la producción lechera en la región del Norte.
Otra opción está siguiendo la ruta del río Cauca, en la imponente geografía del Suroeste, región marcada por las costumbres de la cultura cafetera. La cuna y pueblos donde vivieron personajes como la Santa Laura Montoya (Suroeste, Occidente), el Padre Marianito (Norte) o el escritor Tomás Carrasquilla (Nordeste).
La época de la colonia se conserva en algunas calles empedradas de municipios del Occidente. Emblemas de la tenacidad del espíritu de los pobladores de esta tierra, como el puente colgante tendido sobre el río Cauca hace más de un siglo, o el ferrocarril de Antioquia que cruzó las regiones del Nordeste y el Magdalena Medio como vehículo del progreso.
Los paisajes naturales más exuberantes están en el Bajo Cauca y el Urabá antioqueño, región última que además del encuentro con la selva, ofrece las playas del departamento sobre el mar Caribe.
A la mayoría de estos lugares se puede llegar en vehículo particular o utilizando el transporte público. Para visitar otros, el paseo se complementa con trayecto en campero, caminata, lancha o vuelos regionales, caminos que enriquecen la vivencia de salir de la rutina.