“¡Sigan adelante, no se dejen vencer!” Esas fueron las primeras palabras del Papa Francisco para los colombianos, tras pisar el suelo nacional en la tarde de este miércoles.
El Sumo Pontífice llegó a las 5:45 p.m. a la Nunciatura Apostólica, lugar donde se hospedará durante toda la semana. Allí fue recibido por cantos de niños y bailes folclóricos que recibieron su bendición.
A su llegada la Nunciatura Apostólica en Bogotá, el Papa Francisco descendió del Papamóvil y saludó de la mano a los soldados del Batallón Guardia Presidencial que estaban esperándolo.
“Muchas gracias por el esfuerzo hecho, eso se llama heroísmo (...) Sigan adelante”, dijo el Sumo Pontífice. “No se dejen vencer, no se dejen engañar, no pierdan la esperanza, no pierdan la alegría”, agregó.
Uno de los momentos más emotivos del encuentro fue cuando un niño boyacense le entregó una ruana fabricada en Nobsa con 4.000 gramos de lana de oveja. El Papa la recibió con una sonrisa y de inmediato se la puso.
La ruana fue fabricada por el artesano Julio Ramón Cristancho Fagua, que la bautizó la ruana de la paz. “Con una hechura especial de finos bordados, una paloma y una dedicatoria, acorde con la majestad que nos inspira”, dijo.
Con la ruana puesta, el Papa le dijo a los niños que bailaron y cantaron ritmos colombianos para homenajearlo: “Gracias por la valentía y el coraje. No se dejen robar la alegría, que nadie los engañe”. Luego les preguntó: “¿qué es lo que no se tienen que dejar robar?” y los pequeños, en coro, respondieron: “la alegría”.
Finalmente el Papa les pidió “el favor” a los asistentes de que recen por él, les agradeció por su presencia y los bendijo.