El futuro de Benjamin Rattray estaba escrito, como lo está el de muchos de los estudiantes más brillantes de la Universidad de Stanford: iba a convertirse en un tiburón financiero de Wall Street y ganaría mucho dinero en las aguas de la especulación.
Pero una tarde de 2006 la confesión de Nick, su hermano menor, de que era homosexual, le cambió la vida: Rattray pensó en defender la causa de su hermano y en que todos aquellos que estuvieran de acuerdo con él en cada rincón del mundo deberían poder participar.
Después de un año de introspección, nació desde su propia casa Change.org, una página de activismo social que hoy en día es una web para realizar peticiones por medio de la recolección de firmas. Esta página le significó a Rattray estar dentro de las 100 personas más influyentes del mundo en el ranking realizado por la revista Time en 2012.
Change.org cuenta en la actualidad con más de 70 millones de participantes en 196 países. Rattray, de 34 años, habló con El Colombiano desde su casa en Los Ángeles, California, y esto fue lo que dijo sobre su proyecto y el poder "todavía desconocido" que concentra la ciudadanía.
¿Cómo empezó la plataforma de Change.org?
"Empecé Change.org con la misión de empoderar a otros a ponerse de pie y hablar. Sin mucha experiencia en el espíritu empresarial, empecé por la construcción de una amplia plataforma que, lamentablemente, quiso abordar demasiado a la vez: blogging, marketing de causas, peticiones, financiación colectiva, y más. La ironía fue que con la creación de tantas opciones para actuar, la gente se sintió abrumada".
¿Entonces, cómo despegó la plataforma de las peticiones?
"Yo era reacio a centrarme en una sola cosa - en particular, las peticiones en línea - ya que no tenían un récord de impacto con éxito en esa época. Pero a principios de 2011, una mujer de Sudáfrica encontró nuestro sitio y lo utilizó para presentar una petición al gobierno para hacer frente a un problema terrible llamado "violación correctiva", o la violación sistemática de las mujeres lesbianas para "enderezarlas". La campaña de Ndumie, que fue exitosa, me mostró que las peticiones, escritas desde el corazón y combinadas con tecnología de gran alcance, en realidad podrían funcionar".
¿Y cómo ha sido el camino?
"Hemos hecho un gran progreso desde 2011. Más de 25 millones de personas han experimentado la victoria en Change.org. En otras palabras, ellos han firmado una petición que ha llegado a ganar. Ahora, con este enfoque continuo, siempre estamos buscando empoderar a más gente y animar a los "tomadores de decisiones" para involucrarse con el proceso y lograr más victorias".
¿Por qué cree en la eficacia de una acción colectiva?
"La transformación de las peticiones en una poderosa herramienta de acción colectiva se debe, en gran parte, a la forma en que ahora utilizamos el Internet en nuestra vida diaria. Como miles de millones de personas están pasando más tiempo en línea, el poder de compartir y la posibilidad de la viralidad ha recargado la acción colectiva. En sólo unas horas, la gente común puede ahora construir movimientos de base, a partir de una petición simple".
¿Cómo logra una petición hecha en cualquier rincón del planeta generar cambios en la política de un país?
"El primer paso es usar la capacidad inherente de la Internet y una poderosa historia personal para inspirar a las personas de ideas afines a que te acompañen. El siguiente paso es conseguir que quien toma las decisiones haga realidad el cambio que estás pidiendo. Siempre esperamos que los gobiernos estarán activos en responder a las peticiones de sus ciudadanos, pero el crecimiento de un movimiento real de ciudadanos - y la atención de los medios que a menudo viene junto con él - pueden hacer que la respuesta sea mucho más convincente".
¿Cómo participan los tomadores de decisiones, o sea el otro lado de la moneda?
"El año pasado, las empresas y los políticos comenzaron a pedirnos una herramienta que les permitiera responder pública y rápidamente. Y lo hicimos: se llama Change.org for Decision Makers, (para tomadores de decisiones) y empresas como LinkedIn e IKEA, y los políticos de todo el mundo, lo han utilizado para responder. Este es un indicio más de que el equilibrio de poder está cambiando".
¿Hay algún caso en Colombia que haya llamado su atención?
"A principios de este año, más de 19.000 personas firmaron una petición victoriosa para ayudar a una mujer colombiana, Nubia Carreño, a ver de nuevo, después de un horrible ataque con ácido. Como resultado de esta petición, Avianca acordó llevar a Nubia a Medellín para recibir tratamiento médico para su ojo izquierdo. Este es sólo uno de los miles de ejemplos de como empresas y políticos prestan atención a las peticiones".
¿Cuál es el caso más
inolvidable de movilización que usted ha visto?
"Un buen ejemplo fue Bettina Siegel, una madre de Texas que comenzó una petición en Change.org pidiendo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos detener el uso de "carne de res finamente texturizada" - popularmente conocido como "baba rosa" - en los almuerzos escolares.
"Ella no esperaba conseguir ni siquiera un millar de firmas, pero mediante la publicación de su petición en su blog y compartiéndola a través de las redes sociales, ella comenzó a ver tráfico. Posteriormente, los medios de comunicación recogieron la noticia. Nueve días y 258.874 firmas más tarde, la campaña de Bettina ganó cuando el USDA acordó ofrecer las escuelas públicas una opción libre de "baba rosa"."
¿Qué ha aprendido
usted en este camino
por Change.org?
"Si hay una cosa que me gustara decirle a las personas involucradas en el cambio social, es que el activismo no se supone que sea difícil, sólo debe ser eficaz".
¿Usted firma peticiones?
"¡Por supuesto… Una petición que firmé recientemente fue iniciada por un grupo de estudiantes de Oakland International High School que tomaron la iniciativa de pedir a su distrito escolar un campo de fútbol. Estos estudiantes hablan más de 30 idiomas diferentes, y provienen de orígenes tan diferentes, pero ¡todos ellos están unidos por su pasión por el fútbol… La petición ahora tiene más de 2.000 seguidores y parece que va a ganar".
¿Cree que Change.org ha
logrado el objetivo de equilibrar el poder entre los individuos y las grandes organizaciones del mundo?
"Este es un proceso constante. Si algo hemos aprendido de la historia es que siempre tenemos que llevarle las cuentas al poder. Nuestro objetivo es crear un mundo en el que nadie se sienta impotente y en el que crear el cambio sea parte de la vida diaria. Y estamos progresando".
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