- Exija siempre uniformidad en el proceso de repintado del carro.
- El mercado ofrece una gran variedad de compuestos.
- Se pueden conseguir efectos de metal y cambios de tonalidad.
José Alejandro Pérez Monsalve
Medellín
A la hora de repintar el carro es posible que se encuentre con avivatos que quieran "meterle gato por liebre" y, con todo tipo de mezclas, le den una buena primera impresión al automóvil, pero con el transcurso del tiempo (pocos meses) empiezan a mostrar sus defectos y a afectar hasta la misma estructura con corrosión.
Por eso, antes de tomar la decisión, es bueno tener en cuenta algunos aspectos de orientación que pueden ayudar a elegir el mejor proceso.
El primer paso es saber qué tipo de pinturas existen.
La composición
Según Juan Calle, técnico especializado de la firma Colpisa Motriz, por su composición se clasifican en acrílicas como las lacas de secado al aire, las que tienen un catalizador (pinturas 2k o de dos componentes) y horneables, que aún se encuentran en las ensambladoras.
También existen pinturas alquídicas con base de aceite.
Una tercera clasificación es de las vinílicas (básicamente arquitectónicas).
A su turno, las pinturas epóxicas, que son la formulación base en ensambladoras por las características de gran durabilidad y resistencia a la corrosión que otorgan a las piezas sobre las que se aplican.
También existen las pinturas poliéster de secado al aire para colores perlados o metalizados. Son de secado rápido, pero no dan brillo y se dejan atacar por el disolvente, por lo cual requieren de una capa de barniz.
También de acuerdo con el tipo de secado, la pintura puede clasificarse por evaporación del solvente, secado por temperatura o reacción química.
En el momento de elegir la pintura del carro es necesario tener en cuenta que por el tipo de acabado que brindan, éstas también tienen una clasificación, que tiene que ver mucho con la apariencia final que entregan al automóvil.
Existen pinturas del tipo monocapa plano, éstas entregan en una sola aplicación las características necesarias de cubrimiento y protección. Entre este tipo de pinturas figuran el denominado amarillo taxi y el blanco.
También el desarrollo en el campo de la pintura automotriz genera las pinturas bicapa plano. Este tipo de acabado implica la utilización de una capa de color y otra de barniz.
La primera de ellas da el color y el cubrimiento a cada una de las piezas del carro. Por su parte la capa de barniz otorga el brillo y la resistencia necesaria para repeler el ataque de agentes externos como el polvo, los rayos del sol, químicos o detergentes y gravilla, entre otros.
También en las pinturas de acabados bicapa existen dos alternativas, en especial, utilizadas para dar al carro efectos especiales.
El acabado bicapa metalizado, que otorga un efecto de brillo metálico, gracias a la adición de partículas de aluminio que interactúan con la luz.
El segundo acabado especial que se obtiene a partir de las pinturas bicapa es el bicapa perlado. Este ofrece una sensación de profundidad en el color al actuar como un efecto de espejos que reflejan la luz y a su vez la absorben. Por eso el carro visto desde diferentes ángulos puede registrar un color diferente, de acuerdo con la posición en la que se encuentre el observador.
En la actualidad, en el ensamblaje de los automotores las diferentes fábricas utilizan pinturas de dos componentes (2K) en los procesos de acabado de sus productos.
Por eso, cuando se trata de carros muy recientes que deben ser sometidos a procesos de repintado total o de alguna de sus piezas, la recomendación es siempre adelantar este trabajo en sitios especializados, por lo general talleres de los denominados tipo A, ya que sus productos presentan un comportamiento igual o muy similar al que se aplicó de fábrica en el momento de la producción del automóvil.
Que no le mezclen distintas pinturas
La decisión sobre qué tipo de pintura usar y a qué tipo de establecimiento dejar la tarea de recuperar o mejorar la apariencia del carro depende de muchos factores, entre ellos el bolsillo. Sin embargo, una recomendación básica que los expertos hacen es que, sin importar el taller o la marca, siempre el usuario exija que la aplicación sea bajo el mismo sistema. Por ejemplo si se usan materiales de un componente (1K) todo, desde la base hasta el barniz respondan a esta característica. O si se aplican productos de dos componentes (2K) también se adelante el trabajo respetando esta norma. Esto brinda mayor tranquilidad al momento de enfrentar una garantía por defectos en la pintura. En los talleres tipo A y algunos B esta es una norma obligatoria.