La Sinfónica de la Universidad de Antioquia no suena como el año pasado. Por estos días hay 26 sillas sin dueño.
El 25 de enero, cuando debían llegar los músicos que tienen contrato por prestación de servicios, la noticia los dejó mudos: para este año el contrato no se les iba a renovar.
Ellos no se lo esperaban, aunque había rumores. Estaban acostumbrados, incluso algunos con 12 y 15 años en la Orquesta, a firmar el papel que les decía que, por 365 días más, tenían trabajo.
"A nosotros no nos hicieron una comunicación oficial. No nos dijeron por qué", dice el clarinetista Manuel Pinto, que quedó sin trabajo.
Por eso, conjeturan y lanzan hipótesis. Una de ellas tiene que ver con la ley 1161 de 2007, que señala que "los músicos de orquestas sinfónicas al servicio del Estado tendrán el carácter de trabajadores oficiales y se vincularán mediante contratos de trabajo".
Desde 2008, los músicos estaban tratando de hacer eso, de lograr una vinculación y no depender más del contrato anual. Primero, explica el también clarinetista Edilberto Isaza, haciéndole la petición a la Universidad de Antioquia y luego, por la vía jurídica.
"La óptica de nosotros -añade él- es que se trata de una retaliación por, digamos, habernos atrevido a demandar una ley, la cual consideramos es un derecho". También comentan que puede ser un castigo por haberse agremiado y unido a Sintraunicol, el sindicato que reúne a los trabajadores públicos.
La situación los tiene preocupados. "Hay una afectación tremenda, somos 26 personas con familias, con una actividad durante 15 años. Hemos recibido menciones por los 40 años de la banda", cuenta Edilberto.
Además, añaden que les inquieta la Sinfónica, en tanto, anota, sin la mitad del equipo no se pueden hacer conciertos a los que están acostumbrados. "En este momento la Orquesta está prácticamente paralizada".
El director de ésta, Marco Antonio Castro, indica que la banda necesita estar completa, pero que, por ahora, están trabajando en grupos de Cámara. Es más, así se presentarán el jueves 24 de febrero en el Parque de Los Deseos.
"Vamos a tocar, con un repertorio reducido, aunque no será lo mismo". Agrega que la idea es que se defina la situación y que los músicos vinculados "estamos listos para tocar".
La versión oficial
La percepción es distinta en la Universidad. Señalan que no es una retaliación, ni nada por el estilo.
"En ningún momento se dio por terminado el contrato", indica la abogada Érica Builes, jefe de personal de la institución.
"El contrato estaba hasta enero y se venció. No fue un asunto de la noche a la mañana. El término de finalización estaba muy claro. Ellos sabían cuándo era la fecha".
La ley, añade la profesional, la cumplieron con los músicos de planta que eran empleados públicos y que pasaron a ser trabajadores oficiales. "Eso ya está solucionado".
Y si la pregunta es por qué no contratarlos, responde que por situaciones administrativas, el número de personas que están aprobadas son 23, que son los músicos que están de planta actualmente.
La promesa, eso sí, es que la no renovación del contrato a los 26 músicos no afecta, ni afectará, el nivel de la Orquesta.
La idea que están analizando actualmente, para solucionar las sillas vacías, es abrirles las puertas a los estudiantes. A esos que son más talentosos.
El decano de la Facultad de Artes, Francisco Londoño, expresa que esto no va a tener implicaciones en la calidad, en tanto los estudiantes que forman tienen excelente nivel y pueden acoplarse como profesionales. Es más, "en sus propósitos de aprendizaje, se elevan los estándares de disciplina".
Está seguro de que el cambio es favorable y que va a "afectar positivamente" la Orquesta.
No descartan la posibilidad de tener a los 26 músicos como invitados, bajo otra modalidad, y que aunque siguen estudiando lo que más le conviene a la banda, las posibilidades de que sean recontratados, son menos que pocas.
Lo importante, por supuesto, sea la decisión que sea, es que la música de la Sinfónica de la Universidad de Antioquia, siga sonando.
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