Si no hay más remedio que aplicar el pico y placa durante toda la jornada, a partir del próximo mes de agosto, se debería habilitar una especie de "certificado de movilidad" mediante el cual se haría un pago a la municipalidad por quienes estén dispuestos a circular el día de la restricción.
La propuesta fue formulada por un grupo de estudio e investigación de la Universidad de Medellín que planteó reflexiones sobre las consecuencias sociales y económicas que traería la medida.
Una de las razones que justificaría el "certificado de movilidad" es que se desestimularía la compra de un segundo vehículo y, en su lugar, se asumiría un pago por transitar, de acuerdo con el cilindraje del aparato.
Según Marta Gil Zapata, decana de la Facultad de Ingenierías, los que quieran circular en la jornada deben pagar por ello, con lo cual se podría generar un fondo que puede servir para estructurar otro tipo de programas que fortalezcan el sistema público o para las mismas obras de infraestructura.
Otras opciones, según la decana, pueden estar relacionadas con la instalación de peajes urbanos, de modo que en las zonas más congestionadas, como el centro, se pongan sitios de pago para los que quieran acceder a ellos en su carro.
Esto no sería perjudicial, estimó, si se ofrece un servicio alternativo público adecuado, en lo cual se deben concentrar los esfuerzos.
En el mediano y largo plazo planteó incluir sistemas de financiación para infraestructura, para lo cual el sector privado tiene que pensar en otras obras que, a partir de peajes y concesiones, permitan ampliar la malla vial.
En cultura ciudadana propuso el montaje del sistema de puntos para los conductores infractores, con el cual se tendría que pagar por ello para concientizar más a la ciudadanía de su papel en la movilidad.
Néstor Gamboa, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, la medida es inconsulta, no concertada y manifiesta la incapacidad del Estado de resolver los problemas, porque sus efectos son negativos en la economía, el empleo, la productividad y el turismo.
Carlos Echeverry, profesor de Ingeniería Ambiental, la tildó de impopular y que se arropa en el control a la contaminación, cuando las estaciones de monitoreo de la ciudad muestran que la situación ha aumentado a pesar de que ya existe un pico y placa parcial.
El profesor de Economía Heriberto Escobar sostuvo que es la más facilista de todas, además de que transgrede la Constitución y viola el derecho a la propiedad.
Según los académicos, la U. de Medellín es partícipe de mantener el esquema actual del pico y placa, y que de manera concertada con la comunidad se llegue a un acuerdo para concretar una decisión que tenga menos efectos negativos en la comunidad. Entre ellos, relacionaron los del comercio, el desarrollo del sector industrial y el empleo, lo cual significará menores ingresos que restringirán la demanda y que, a la vez, lesionarán la economía de la región.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6