Los automóviles pequeños han estado con nosotros desde los tiempos de los pioneros de los carros; desde el Benz de 1886, que se dice ser prácticamente el primer automóvil, con su motor monocilíndrico y su original sistema de dirección.
Más adelante, en la deácada de 1920, apareció en Inglaterra el pequeño Austin Seven, auto que requería menos espacio de parqueo que una motocicleta con sidecar, tan de moda en esos tiempos; igualmente, en ese mismo país, apareció en 1909 el Morgan de tres ruedas con su motor de motocicleta ubicado en el frente y su aspecto de bañera, el cual se puede considerar como uno de los predecesores de los microcarros.
Sin embargo, la principal época en que aparecieron los pequeños autos fue en la década de 1950, después de la Segunda Guerra Mundial, momento en el que la situación económica mundial era delicada, especialmente en Alemania y Reino Unido, epicentros de la guerra. Estos pequeños vehículos que se veían por doquier en las calles de las ciudades europeas en proceso de reconstrucción se conocieron originalmente como “minicarros”. Adicionalmente apareció también el término de “autos burbuja”, ya que describía muy bien la forma esférica de muchos de ellos.
De la moto al automóvil
Su popularización se debió además a que aquellos que querían progresar, pasaron de tener una motocicleta a tener un auto, así fuera muy pequeño, que los ayudaba a atenuar las inclemencias del mal tiempo. Particularmente en Inglaterra, los propietarios de estos vehículos de tres ruedas utilizaron a su favor las leyes que les permitían conducir estos vehículos con la licencia de conducción de una motocicleta. La economía en consumo de estos pequeños autos ayudó también a su popularización durante la crisis petrolera de 1957 que comenzó con el cierre del Canal del Suez, vía muy utilizada para el transporte marítimo a Europa del petróleo de los países árabes.
Muchos fabricantes de automóviles volcaron su atención hacia estos “autos burbuja”, como la alemana BMW con la compra en 1953 de la patente del experimental italiano ISO (conocido fabricante de neveras), el cual se convirtió en 1955 en el famoso Isetta, modelo del cual vendió hasta 1962 más de 160.000 unidades. Se produjeron también en Inglaterra (modelo de tres ruedas) y en Brasil y se exportaron también a Estados Unidos, país que se caracterizaba en esos año por el gran tamaño de sus automóviles, gracias a la demanda generada por sus adinerados ciudadanos, que regresaban de Europa con los bolsillos llenos y además por sus generosas y veloces autopistas, que hacían peligroso circular por ellas en estos pequeños autos.
El término “microcarros” fue dado posteriormente a los vehículos pequeños de peso ligero, de dos puertas y de dos puestos y con un motor no mayor de 700 centímetros cúbicos. Por el contrario, el auto lanzado en 1959 por la inglesa BMC, el hoy famoso Mini Cooper, a pesar de que su tamaño es menor que el del Citroen 2CV o del Fiat 600, no se considera como un “microcarro”.
Varios ejemplos
Un listado de marcas no completo y excluyente de estos “autos burbuja” o “microcarros” podría incluir el ya mencionado Isetta de la BMW; los también alemanes Heinkel y Trojan muy similares al anterior; los Messerschmitt de tres ruedas, con su forma de cabina de avioneta y su timón de motocicleta; los Goggomobil con sus modelos Limosine y Coupé con motores de dos pistones y dos tiempos, fabricados por la alemana Hans Glas Motors, que posteriormente pasó a ser propiedad de la BMW y que los produjo en sitios como España, Australia y Argentina; los ingleses Scootacar con su apariencia de cabina telefónica británica; el Peel P50 de la Isla de Man, considerado el auto mas pequeño del mundo, con motor DKW de 50 centímetros cúbicos y hecho en fibra de vidrio y con un peso no mucho mayor a 60 kilogramos y el Peel Trident del mismo origen; los ingleses Bond de tres ruedas y que todavía se ven circulando por la campiña inglesa, así como el Reliant y los deportivos Berkeley también de fibra de vidrio. No se pueden olvidar los italianos Fiat 500 y 600 mas conocidos como “Topolinos”, que se regaron por el mundo bajo diferentes marcas como la Seat (España), Neckar (Alemania) y Zastava (Yugoeslavia) y el no menos famoso Autonbianchi modelo Bianchina (mecánica de Fiat 500); el francés de origen italiano de la Piaggio Vespa 400, los alemanes Fuldamobil, Nobel y NSU. No se puede dejar de mencionar a la americana Crosley que desde 1939 y hasta 1952, y a pesar de ser una fábrica de electrodomésticos, produjo unos microcarros con diferentes carrocerías como sedanes, camionetas, pick ups y hasta deportivos y de carreras.
Hoy en día, los “microcarros” hacen presencia en nuestras calles y en todas partes del mundo. “Microcarros” como el Smart con la característica alta alcurnia y sofisticación garantizadas por sus creadores Mercedes Benz y Swatch; Fiat con su renovado 500 conocido como Cinquecento; Mini con su amplia gama de autos y no podemos dejar por fuera la gran cantidad de autos japoneses que con conocidas marcas como Honda, Suzuki, Subaru y otras más, han hecho presencia en muchas calles y carreteras del mundo. Igualmente cabe mencionar la gran cantidad de pequeños autos eléctricos que inundan las calles principalmente de Europa, motivados fundamentalmente por su economía y facilidad de parqueo.
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