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Tres sobrevivientes del terremoto en México cuentan su tragedia

  • Por lo menos 27 edificios colapsaron en Ciudad de México tras el sismo de magnitud 7. FOTO AFP
    Por lo menos 27 edificios colapsaron en Ciudad de México tras el sismo de magnitud 7. FOTO AFP
  • Trancón sobre la Avenida Ejército Nacional en el sector de Anzures, después del terremoto que sacudió a Ciudad de México. FOTO CORTESÍA ERIK CONTRERAS
    Trancón sobre la Avenida Ejército Nacional en el sector de Anzures, después del terremoto que sacudió a Ciudad de México. FOTO CORTESÍA ERIK CONTRERAS
19 de septiembre de 2017
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A las 11 de la mañana de este martes, una alarma ensordecedora interrumpió la jornada laboral de millones de personas que viven en Ciudad de México. Algunos dejaron lo que estaban haciendo, evacuaron los edificios y caminaron tranquilamente hasta un lugar seguro, pero otros, como la colombiana Bhakti Devi Patiño, hicieron caso omiso del simulacro y siguieron en lo suyo.

Cada año, el 19 de septiembre, Ciudad de México conmemora el terremoto de 1985 y hace un homenaje a las 10.000 víctimas que dejó el sismo de magnitud 8,1 en la escala Ritcher. Después de la tragedia que destruyó parte de la urbe más grande de América Latina, los mexicanos se volvieron expertos en prevenir sismos y mitigar los daños de los temblores.

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Por eso, ya saben que cuando suena la alarma sísmica -cuyos sensores están ubicados en la costa Pacífica de ese país- tienen 45 segundos para evacuar sus casas u oficinas antes de que empiece el temblor. Así ocurrió hace dos semanas con el terremoto de magnitud 8,2 que dejó casi 100 muertos en los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco: la alarma sonó y casi un minuto después, el piso empezó a sacudirse.

Sin embargo, el sismo de este martes llegó sin avisar. A la 1:15 de la tarde, dos horas después del simulacro, Bhakti estaba en el tercer piso de un edificio del centro histórico de Ciudad de México, cerca a la Plaza Garibaldi, cuando su silla empezó a moverse como si alguien la estuviera sacudiendo con furia.

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La colombiana, que da clases de danza hindú y vive en un templo Hare Krishna, nunca había sentido algo así: el piso parecía el de un barco en plena tormenta y al bajar por las escaleras, el movimiento la tumbaba contra las paredes del edificio colonial. A pesar de que los expertos recomiendan esperar a que pase el temblor antes de evacuar, Bhakti sólo pensaba en los niños que estaban bailando a esa hora en el segundo piso: tenía que sacarlos de ahí a como diera lugar.

Dando tumbos, Bhakti agarró a los niños y salió del edificio. Los suyos estaban bien, pero lo primero que vio le partió el alma: a menos de una cuadra de allí, una estructura se había desplomado por completo y el polvo y los escombros cubrían toda la calle.

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A ocho kilómetros de allí, los 90 periodistas que trabajan en la redacción de Forbes México, en el piso 13 de un moderno edificio, creyeron que las lámparas se iban a desprender. De inmediato, el comité encargado de protección civil pidió calma a los redactores y todos se ubicaron contra las paredes de la sala, como lo sugiere el protocolo. Ellos sí habían estado en el simulacro de esa mañana, como cada 19 de septiembre.

“El temblor nos tomó de imprevisto, no sonó la alerta sísmica, porque los sensores están ubicados en la zona costera del Pacífico y el epicentro de este terremoto fue entre Morelos y Puebla, que son estados del centro. Fue una experiencia muy intensa, se sintió muy fuerte”, dice Carlos Morales, editor web de Forbes.

Aunque el edificio donde estaba Carlos no sufrió mayores afectaciones, los efectos del terremoto se sintieron en toda Ciudad de México: sirenas, ambulancias, helicópteros, incendios, fugas de gas, cortes de luz, interrupción en las comunicaciones, embotellamientos en las principales avenidas y por los menos 27 edificios convertidos en escombros completaron un panorama aterrador que los menores de 32 años están viviendo por primera vez en su vida.

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Erik Contreras, editor de la revista de tecnología T3 México, estaba en un primer piso cuando empezó el terremoto. “Por fortuna”, agrega.

Apenas dejó de temblar, Erik salió de la oficina con sus compañeros de trabajo para llevarlos a sus casas en el automóvil. Sin embargo, el equipo de T3 quedó atrapado en un trancón del que a duras penas podían salir las ambulancias para atender a los heridos.

Trancón sobre la Avenida Ejército Nacional en el sector de Anzures, después del terremoto que sacudió a Ciudad de México. FOTO CORTESÍA ERIK CONTRERAS
Trancón sobre la Avenida Ejército Nacional en el sector de Anzures, después del terremoto que sacudió a Ciudad de México. FOTO CORTESÍA ERIK CONTRERAS

Según Erik, la respuesta de los organismos de socorro fue ejemplar: el Gobierno activó el plan N3 para atender emergencias por desastres naturales y apenas unos minutos más tarde, bomberos, paramédicos y rescatistas se desplegaron por toda la ciudad. Incluso desde el aire, un helicóptero oficial sobrevolaba la capital mexicana en busca de los puntos más críticos de la tragedia.

“La respuesta del Gobierno mexicano es impresionante, somos líderes en ese aspecto. La gente ya estaba preparada para este tipo de eventualidades”, dice el periodista.

La última actualización del Servicio Sismológico Nacional (SSN) indica que el sismo de esta tarde fue de magnitud 7 en la escala Ritcher -el reporte inicial situó el temblor en 6,8 y después, en 7,1-. Por lo menos 20 edificios se desplomaron en Ciudad de México y han muerto más de 68 personas.

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