El ministro de seguridad de Ecuador afirmó que el saldo de muertos por terremoto subió a 413 por el terremoto de 7,8 grados en la escala abierta de Richter que asoló el pasado sábado la zona norte de la costa de este país. El presidente Rafael Correa añadió que hay muchos cadáveres entre los escombros.
El ministro de Seguridad César Navas dice al canal Teleamazonas que “durante toda la noche hemos continuado las tareas de búsqueda y rescate y de evacuación de las personas que han quedado atrapadas. Tenemos lamentablemente que informar que tenemos 413 personas fallecidas”.
El director de Obras Misioneras Pontificias, Anastacio Gil, dice en un comunicado que esa organización “siente la tragedia que ha sufrido Ecuador porque el sufrimiento se está centrando en los más pobres y desprotegidos y con ellos están nuestros misioneros... A través de estos misioneros estamos en contacto con lo sucedido, no sólo para sentir el dolor y el sufrimiento sino también para responder con nuestra ayuda”.
El sacerdote Pedro Jesús Arenas describe que “hay muchos muertos y enfermos. Como sacerdotes queremos estar presentes dando consuelo y llevando ayuda: agua, ropa, víveres, todo lo que la gente generosa nos ha dado”. Destaca que los escolta la policía porque a lo largo de los rodeos para llegar en medio de vías destruidas pueden ser asaltados.
“La gente está desesperada y pueden asaltarnos, pero nosotros queremos que esa ayuda llegue a las zonas más dañadas”, añade.
La Cruz Roja Española informa que unas 100.000 personas podrían necesitar asistencia en el área de Ecuador devastada por un sismo de magnitud 7,8.
En un comunicado, la organización indica que aunque no existe una cifra oficial de personas afectadas, se estima que entre 70.000 y 100.000 personas requerirán algún tipo de asistencia y que de 3.000 a 5.000 requieren alojamiento de emergencia.
Agregó que está apoyando a la Cruz Roja Ecuatoriana para evaluar las necesidades en las áreas afectadas.
“Alrededor de 1.200 voluntarios y personal de la Cruz Roja Ecuatoriana están llevando a cabo operaciones de búsqueda, rescate y evacuación en las comunidades afectadas, además de brindar servicios de ambulancia, primeros auxilios y atención sanitaria y psicosocial”, indica la Cruz Roja Española.
Mientras sigue llegando la ayuda a Ecuador, la oficina de coordinación envía un tuit de agradecimiento a México por enviar 120 socorristas.
Mientras Ecuador trabajaba por recuperarse de su peor terremoto en varias décadas, las historias de pérdidas devastadoras se suceden entre los escombros. El sismo de magnitud 7,8 dejó un rastro de ruinas en la normalmente plácida costa ecuatoriana del Pacífico. El temblor desbarató autopistas, derribó una torre de control aéreo y allanó casas y edificios.
Portoviejo, una capital provincial de casi 300.000 personas, está entre las más golpeadas y el alcalde de la ciudad habló de al menos 100 muertos. Entre ellos estaban Sayira Quinde, de 17 años, sus padres y su hermano aún bebé, aplastados en su auto por un edificio que se derrumbó.
Abrumada por la pena, la tía de la joven, Johana Estupiñán, viajaba a la localidad de Esmeraldas, donde enterrará a sus seres queridos y dará la noticia a los tres hijos de su hermana ahora huérfanos. La familia había viajado hasta su casa para dejar a Sayira antes de que iniciara las clases en la universidad pública para estudiar medicina.
“Nunca pensé que la vida se nos fuera en un minuto”, se lamentó Estupiñán.
“Temo que esa cifra aumentará porque seguimos removiendo escombros”, dijo Correa en Portoviejo, provincia de Manabí, en sus declaraciones a su regresó de Europa, donde participó en un foro académico organizado por el Vaticano.
El mandatario ecuatoriano ya ha recorrido varias zonas afectadas por el terremoto como las ciudades de Manta, Portoviejo y Tarqui, donde habló y escuchó a la gente afectada.
El gobernante consideró que “la tragedia es muy grande” y dijo que “hay todavía muchísimos cadáveres entre los escombros”, pero aseguró que el país sabrá “salir adelante”.
“El espíritu ecuatoriano sabrá salir adelante, sabrá superar estos momentos extremadamente difíciles”, declaro Correa.
También señaló que 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas y 4.005 policías están desplegados por las zonas más afectadas y los hospitales están funcionando correctamente para dar asistencia a los heridos.
Según dijo, los equipos y protocolos están funcionando adecuadamente bajo la coordinación de la Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).
El mandatario, quien envió un mensaje de “infinito amor” y un “abrazo solidario” a quienes han perdido a seres queridos, expresó su gratitud a los bomberos, soldados, policías y funcionarios que se han movilizado ante la catástrofe.
También agradeció los mensajes de solidaridad de Gobiernos de la “Patria Grande” latinoamericana y dijo que, además de la llamada del presidente del Gobierno en funciones de España, Mariano Rajoy; la presidenta de Brasil, Dilma Roussef; el de Argentina, Mauricio Macri; y el colombiano Juan Manuel Santos le han expresado su respaldo ante la situación que vive su país.
“Muchas gracias a la Patria Grande, al mundo entero por la solidaridad”, manifestó el gobernante, quien indicó que el terremoto del sábado fue “la mayor tragedia de los últimos 67 años”, desde el terremoto de Ambato del 5 de agosto de 1949.
304 replicas
Un total de 304 réplicas se han registrado hasta el momento tras el terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter que sacudió el sábado la zona tropical del norte de Ecuador, informó hoy el director del Instituto Geofísico, Mario Ruiz.
Detalló que desde la noche del domingo se han registrado 40 réplicas que oscilan entre las magnitudes 3,5 y 5,6 y comentó que en estos cómputos no se incluyen las réplicas menores a las primeras.