Contrario al discurso incendiario que el Gobierno de Estados Unidos ha mantenido con respecto a Corea del Norte, el jefe de la diplomacia norteamericana Rex Tillerson salió con uno conciliador en el que dijo que su país está dispuesto a iniciar el diálogo con Pyongyang sin condiciones previas.
Mientras tanto, Kim Jong-Un prometió convertir a Corea del Norte en “la potencia nuclear más fuerte del mundo” y a la vez que aceptó, de acuerdo con Jeffrey Feltman, subsecretario general de Asuntos Políticos de la ONU, que “era importante prevenir una guerra”.
Cambió el discurso
Durante años Estados Unidos se ha negado a negociar si Corea del Norte no tomaba medidas para desmantelar su programa nuclear.
Pero el país asiático ha realizado seis ensayos nucleares desde 2006 y, a finales de noviembre, aseguró haberse convertido en un Estado nuclear tras un nuevo lanzamiento de misil intercontinental.
Mauricio Jaramillo Jassir, internacionalista de la Universidad del Rosario, considera que hay un aislamiento que le empieza a preocupar al departamento de Estado de Estados Unidos y tiene que ver con el retiro de los compromisos ambientales, especialmente los de la COP 21; no haberle dado el visto bueno a los avances en materia nuclear de Irán, y la declaración de Jerusalén como capital de Israel. “En medio de todo eso EE. UU. busca de una manera desesperada volver a tener una agenda constructiva”.
Corea del Norte, por su parte, está en una posición relativamente cómoda, porque aunque es un estado con pocos recursos, cada vez que hace una prueba nuclear gana protagonismo.
Según Jaramillo Jassir, tres escenarios tendrían que coincidir para que ese diálogo prospere: “EE. UU. tendría que asumir de manera ahistórica el compromiso de no atacar a Corea del Norte, cuando con el paso del tiempo ha perdido el valor de su palabra; Norcorea necesitaría garantías para el autoabastecimiento energético y alimentario; y tendría que darse un acompañamiento internacional, ya que no depende solo de EE. UU, es fundamental el compromiso de Japón, China, Corea Sur y Rusia”, dijo el académico y agregó que esto será un largo proceso.