Un ataque armado dentro de una iglesia en Charleston, Carolina del Sur, dejaba hasta la madrugada de este jueves nueve personas muertas y un amplio operativo de las autoridades en el sureste de Estados Unidos para tratar de capturar al agresor. Según indicaron las autoridades, ocho personas fallecieron dentro del templo metodista donde ocurrieron los hechos, y otras dos fueron trasladas al hospital, donde una de ellas no pudo recuperarse de las graves heridas.
El sitio de la masacre es la Iglesia Africana Metodista Episcopal AME Emmanuel, que tiene una comunidad tradicionalmente afro-estadounidense.
El reverendo Al Sharpton, líder de los derechos civiles con sede en Nueva York, dijo en un mensaje por Twitter que la reverenda Clementa Pinckney, la pastora de la iglesia y miembro del Senado estatal, estaba entre los fallecidos.
Gregory Mullen, jefe de la Policía de Charleston, confirmó las muertes y dijo que “al parecer se trata de un crimen de odio”, pues el hecho se registró durante una ceremonia religiosa en una iglesia con mayoría de fieles afroestadounidenses y fue llevada a cabo por un hombre blanco, de alrededor de 21 años de edad y añadió: “Es incomprensible que alguien en la sociedad actual entre en una iglesia cuando la gente está llevando a cabo una reunión de oración y les quite la vida”.
Helicópteros de la policía con reflectores sobrevolaban la zona y un grupo de sacerdotes se arrodilló para rezar al otro lado de la calle.
La historia de AME Emmanuel se remonta a 1816, cuando varias iglesias se separaron de la iglesia Episcopal Metodista de Charleston. Uno de sus fundadores, Denmark Vesey, intentó organizar una revuelta de esclavos en 1822. Fue atrapado, y terratenientes blancos quemaron su iglesia en represalia. Los parroquianos continuaron su actividad religiosa en la clandestinidad hasta después de la Guerra Civil.