El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó este sábado una ronda de llamadas con los principales líderes políticos del mundo, con quienes habló de intereses comunes y el papel de su nación en el orden económico y social del planeta.
Los destinatarios de las llamadas fueron sus homólogos de Rusia, Japón, Alemania y Francia, y entre los principales temas tratados estuvieron el combate al terrorismo, comercio exterior y migración.
Rusia, la amistosa
El presidente Vladimir Putin y Trump se comprometieron a unir esfuerzos en Siria para derrotar al Estado Islámico, informó el Kremlin en un comunicado.
En la primera conversación desde que el magnate estadounidense asumió el poder, los dos jefes de Estado destacaron la importancia de restablecer los lazos económicos entre Moscú y Washington y mejorar las relaciones, las cuales estaban deterioradas desde el mandato de Barack Obama.
Una de las principales discordias desatadas en el pasado guardan relación con las sanciones impuestas a Rusia por su intervención política y militar en el reciente conflicto interno de Ucrania. Sin embargo, lo que Trump y Puttin hayan dialogado sobre este tema quedó reservado.
“Los dos bandos expresaron su intención de un trabajo activo y conjunto para establecer la cooperación y el desarrollo estadounidense-ruso”, añadió el Kremlin.
Japón busca proteger su industria
El mandatario norteamericano y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, acordaron reunirse el próximo 10 de febrero en la Casa Blanca y destacaron la importancia de los lazos bilaterales, lo que abrió la vía para posibles negociaciones sobre comercio.
Japón habpia informado antes que se está preparando para las contingencias que puedan presentarse con el Gobierno de Trump, que retiró a Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (tratado de libre comercio del Asia-Pacífico) que estaba siendo promovido por Tokio y asevera que la administración nipona no ofrece un acceso justo a las automotrices estadounidenses.
En consecuencia, durante la llamada los dos jefes de Estado discutieron sobre la industria automotriz, dijo el portavoz del Gobierno japonés Koichi Hagiuda, sin ofrecer detalles. El comunicado de Washington sostuvo que ambos “se comprometieron a profundizar la relación bilateral de comercio e inversión”.
En calidad de presidente electo, el magnate ya se había reunido el pasado 17 de noviembre con Abe en Nueva York, un encuentro que el líder nipón calificó de “franco” y “cordial”. “Como resultado de la discusión de hoy, estoy convencido de que el señor Trump es un líder en quien puedo tener una gran confianza”, agregó el gobernante asiático en aquella oportunidad.
Alemania quiere que no se descuide a la OTAN
Trump y la canciller alemana, Angela Merkel, coincidieron en la “importancia fundamental” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para las relaciones transatlánticas. Eso, a pesar de que recientemente el multimillonario ha tildado de “obsoleta” a esa organización.
“Los líderes reconocieron que la OTAN deber ser capaz de confrontar las amenazas del siglo XXI y que nuestra seguridad común requiere inversiones apropiadas en capacidades militares para garantizar que todos los aliados aporten su parte equitativa a nuestra seguridad colectiva”, afirma la nota oficial de la Casa Blanca.
Trump había criticado durante su campaña electoral que los socios europeos de la OTAN por estaban aportando suficientes fondos a la Alianza, y sugirió que podría reducir el apoyo estadounidense a ese bloque.
De otro lado, Trump aceptó la invitación de Merkel para acudir el próximo julio a la cumbre del G-20 (grupo de países desarrollados y emergentes) que se celebrará en la ciudad germana de Hamburgo.
Francia defendió sus posturas
En apariencia, la conversación más compleja la sostuvo con el presidente francés, François Hollande, con quien en principio tiene profundas diferencias de pensamiento.
El mandatario europeo le recalcó a Trump que la defensa de la democracia implica el respeto de los principios en los que se sustenta, “en particular la acogida de los refugiados”. Francia reaccionó así al decreto ley firmado ayer por el estadounidense, mediante el cual suspende por 120 días la entrada de todos los refugiados y por 90 días la concesión de visados a los de siete países de mayoría musulmana con historial terrorista (Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán) hasta que se establezcan nuevos mecanismos de vigilancia.
En cuanto al terrorismo, Hollande insistió en que la resolución del conflicto de Siria debe intentarse en el terreno político, no en el militar, y “bajo la égida de Naciones Unidas”.
También le recordó al magnate que debe cumplir el acuerdo sobre el cambio climático firmado en París en diciembre de 2015, del que Trump ha amenazado con retirarse. En el plano económico, le recomendó no profundizar en su política proteccionista, porque a su juicio “es una respuesta sin salida”.
Tras las declaraciones de Trump sobre revisar el acuerdo de 2015 de la comunidad internacional con Irán sobre el programa nuclear iraní, que permitió levantar las sanciones contra ese país, el jefe del Estado francés subrayó que el pacto tiene que “respetarse estrictamente y aplicarse plenamente”.
Y le dijo que las vigentes sanciones contra Rusia por la guerra ucraniana no se podrán levantar mientras no se arregle esa crisis y se apliquen los acuerdos de Minsk.
Israel lo felicitó por el muro fronterizo
Al margen de estas llamadas, Trump recibió apoyo por parte del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien saludó en un tuit el anuncio que hizo esta semana el presidente estadounidense sobre la construcción de un muro en la frontera con México.
En una entrevista con la cadena de televisión Fox News, el jueves, Trump justificó su decisión sirviéndose del ejemplo de Israel que, según él, consiguió “frenar en un 99,9%” la inmigración ilegal construyendo un muro. Se refería a la barrera de más de 240 kilómetros que los israelitas terminaron de construir en 2014 en su frontera con Egipto, por donde solían cruzar numerosos migrantes indocumentados africanos y traficantes.
“El presidente Trump tiene razón. Construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel. Eso frenó la inmigración ilegal. Gran éxito. Idea formidable”, tuiteó Netanyahu, rematando su mensaje con dos banderas, una israelí y una estadounidense.
Netanyahu no ha escondido su satisfacción por la elección de Trump. Al parecer ve su mandato como una oportunidad para proseguir con la colonización de Cisjordania y Jerusalén Este (territorios palestinos ocupados).
Israel empezó en 2002 la construcción de un muro de separación en torno a Cisjordania, para impedir los atentados palestinos. Esta barrera, que en algunos tramos alcanza los 9 metros de altura, ha sido denunciada por sus detractores como un medio de confiscar tierras y establecer una frontera de facto.
