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Al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no le basta con afirmar que “la prensa es el enemigo del pueblo”, tal como hizo el pasado 18 de febrero. Sus ataques contra ese adversario que ha construido desde que apenas iniciaba su campaña cada vez se vuelven más frontales.
Ayer la Casa Blanca prohibió a varios de los medios de comunicación más importantes de EE. UU. participar en un encuentro con la prensa, convocado por el portavoz del Ejecutivo, Sean Spicer.
Los diarios The New York Times y The Los Angeles Times, la cadena de televisión CNN, los portales web Político y Buzzfeed News, entre otros medios que están haciendo una cobertura crítica de las primeras semanas de la nueva administración, no fueron invitados a la reunión.
Por su parte, la agencia Associated Press, en señal de solidaridad con los colegas excluidos, no acudió a la cita aunque fue invitada. El corresponsal en la Casa Blanca de AFP logró entrar, a pesar de que la agencia francesa también había sido apartada.
Tal como informó en la tarde de ayer el propio The New York Times, entre los medios que fueron “se incluyó a Breitbart News, One America News, y The Washington Times, todos con lineamientos conservadores. Periodistas de ABC, CBS, The Wall Street Journal, Bloomberg y Fox News también acudieron”.
El editor en jefe del rotativo neoyorquino, Dean Baquet, expresó su indignación por este nuevo ataque de Trump contra la prensa: “nada como esto ha ocurrido en la Casa Blanca durante nuestra larga historia de cubrir lo que han hecho múltiples administraciones de distintos partidos. Rechazamos fuertemente la exclusión de The New York Times y las otras organizaciones de medios. El libre acceso a la prensa hacia un gobierno transparente es un asunto crucial de interés nacional”.
Spicer defendió la decisión durante el encuentro con la prensa, alegando que la Casa Blanca ha demostrado “mucha accesibilidad”. “De hecho, hemos ido más allá, haciendo que nuestros equipos y nuestra sala de prensa sean más accesibles de lo que posiblemente han sido con otra administración”, señaló.
¿Es nocivo para la democracia que un presidente de Estados Unidos se enfrasque en un choque frontal con la prensa? Expertos consultados por EL COLOMBIANO difirieron.
Para Felipe Buitrago, politólogo y docente de la Universidad de Antioquia, “hay cierta persecución de los medios cercanos a los demócratas contra Trump. Hay un exceso de la Primera Enmienda (libertad de expresión), por lo que creo que el presidente usa el choque para abonar el terreno a una legislación que controle este tema. No es nocivo para la democracia por ser pocos medios los excluidos”.
Emilio Viano, docente de política internacional de la American University, difiere: “Como dijo el conservador John McCain hace una semana, esta fue la herramienta con la que dictadores empezaron a construir su imperio y a controlar la información. Sabemos que esto es muy común en todos los gobiernos autoritarios. No toleran opiniones distintas ni permiten el debate. Hay un riesgo visible sobre la democracia estadounidense”.