Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Crisis en la frontera colombo - venezolana, a punto de ebullición

Bajo un clima de tensión los pobladores fronterizos viven las disposiciones
de Maduro.

  • En los pasos fronterizos miles de venezolanos claman por solución al hambre que viven, ya que en su país no hay suficiente comida para comprar y no pueden pasar a Colombia. FOTO AFP
    En los pasos fronterizos miles de venezolanos claman por solución al hambre que viven, ya que en su país no hay suficiente comida para comprar y no pueden pasar a Colombia. FOTO AFP
19 de diciembre de 2016
bookmark

Miles de personas llegaron la mañana de este domingo, luego de la decisión presidencial de extender el cierre de la frontera hasta el 2 de enero, a apostarse en las cercanías de los puentes Francisco de Paula Santander de Ureña y Simón Bolívar en San Antonio del Táchira.

La prioridad para quienes hacen largas colas en “el corredor humanitario familiar”, establecido por el presidente venezolano Nicolás Maduro, es la compra de alimentos en los pocos comercios de Cúcuta que están recibiendo solo billetes de 50 bolívares a un cambio de 1,10 pesos por bolívar y de nuevo retornar al territorio nacional.

Así lo dejaron saber las miles de personas que desde la madrugada permanecían en las filas que sobrepasaban kilómetros en la aduana subalterna de Ureña.

“Acabar con los pobres que quedamos matándonos de hambre es lo que quieren hacer con alargar el cierre fronterizo. Yo por mis hijos hago lo que sea y lo que me toque. Los militares nos tienen humillados y estoy dispuesta a saltar las barricadas que nos impongan para impedir el paso”, dijo Xiomara Moros en medio de la algarabía que protestaba frente a la Guardia Nacional venezolana.

Ante el control estricto de los militares que limitaban el paso a solo diez personas cada media hora, los habitantes fronterizos optaron por lanzarse, romper el cerco y en medio de los empujones y la consigna: “¡Abran la frontera, tenemos hambre!” dieron la carrera hacia el puente Francisco de Paula Santander, línea de frontera con Colombia.

Tirones, empujones y una lucha frontal entre quienes trataban de retirar el alambrado de seguridad impuesto y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), se libró por un largo periodo.

“Todas las medidas que ha tomado el gobierno han sido arbitrarias, sin pensar en el pueblo. Esto me afecta en todo, primero porque aquí no conseguimos comida y segundo porque no me dejan pasar a Cúcuta a traerla, un día nos quitan los billetes, otro día dicen que sí sirven. Pedimos respeto al pueblo”, señaló Ricardo Sepúlveda mientras increpaba a los militares por el acceso al paso fronterizo.

Sin importar la edad, mujeres, hombres, niños y ancianos empujaban el piquete militar que en medio de gritos de comando, lograron restablecer el orden y nuevamente sometieron a los ciudadanos a las largas filas.

Ante la demanda desmedida de pobladores por ir a comprar alimentos a Cúcuta el paso binacional que en un primer momento se había anunciado hasta la 12 del mediodía fue extendido hasta las 4 de la tarde, hora local de Venezuela con retorno, “hasta que regrese el último venezolano”, dijo un militar de la Guardia Nacional a EL COLOMBIANO.

Esperan en tres filas

Los alrededores a la aduana principal de San Antonio se han convertido en los baños públicos de quienes permanecen más horas en las colas esperando pasar a Colombia, en algunos casos para no retornar más a Venezuela y los olores que se extienden en la zona así lo confirman.

“La situación aquí esta pésima y si no encontramos comida y medicinas nos toca migrar. Extender el cierre de frontera es muy grave”, explicó Adelaida Rojas.

Los venezolanos con boleto aéreo internacional en mano aguardaban en una cola por la autorización para acceder a las oficinas del Servicio de Migración, Identificación y Extranjería, (Saime), sellar la salida del país y posterior entrada a Colombia y sello de entrada.

La segunda fila la conformaban los colombianos residentes y nacionalizados en Venezuela que se dirigen a visitar a sus parientes.

Es una de las filas más concurridas y muestra el cansancio y el deterioro físico de quienes han permanecido por más de seis horas sentados en las aceras o dormidos sobre maletas, esperando por el acceso a su país.

La mayor de todas es la tercera fila, la que forman quienes demandan la compra de alimentos y medicinas.

“Tengo 18 años viviendo en Venezuela, soy colombiana nacionalizada y estas medidas de extensión de cierre nos han caído muy mal. Aquí estoy desde las seis de la mañana para ir a comprar algo de comida y pasar a ver a mi mamá que está enferma y a mis hijos que desde hace ocho días no han podido pasar. Esta navidad nos vuelve a separar, yo tenía la esperanza que este año fuera diferente. ¡Señor Maduro, ábranos ya la frontera, deje las cosas en paz, ya no nos tenga desesperados buscando comida!”, suplicó en medio del llanto Marta Parada.

El drama se agudiza en la frontera tachirense a medida que transcurren las horas tras la incertidumbre de no saber hasta cuándo se podrá cruzar el puente. Pobladores o visitantes de paso se acercan cada vez más a esperar autorización para ir a Colombia, país que se ha convertido para los venezolanos en tabla de salvación ante la escasez constante de alimentos, medicinas o un puente de salida para los que no retornar a suelo nacional.

1,10
pesos por bolívar tranzan ahora en los comercios cucuteños.
70
por ciento de los billetes de 100 bolívares ya salieron de circulación.
El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD