La oposición de Venezuela convocó el miércoles a una huelga general durante una multitudinaria concentración en Caracas, buscando redoblar la presión para un cambio de Gobierno en medio de una crisis política y económica que se agrava.
Mientras en horas de la noche, el Gobierno informó que un funcionario de la policía que murió tras recibir un disparo en medio de una protesta opositora en el estado central de Miranda, Henrique Capriles, líder opositor, informó que durante la manifestación hubo más de 120 heridos en distintos estados del país “por pedir revocatorio” y 208 arrestos,según el director del organización no gubernamental Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero.
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Y es que cientos de miles de manifestantes se sumaron desde temprano a la “toma de Venezuela”, una masiva protesta en todo el país detonada por la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de postergar un referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro, y que se extenderá esta semana.
“Estamos convocando para el viernes a una huelga nacional, el país desierto el viernes, en protesta por la violación a nuestro derecho al voto”, dijo el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, a un mar de gente en una autopista de la capital.
Torrealba dijo que el paro durará 12 horas y que, además, planean marchar el 3 de noviembre hacia el Palacio de Gobierno si el CNE no reactiva el proceso para convocar al plebiscito.
El Gobierno advirtió, la noche del miércoles, que podría tomar, junto con los trabajadores y las fuerzas armadas, las empresas que detengan sus actividades.
“Instrucción del presidente, empresa que se pare, empresa tomada por los trabajadores y por la fuerza armada. Aquí no se va a permitir bochinche”, dijo el diputado Diosdado Cabello, el hombre más poderoso del oficialismo después de Maduro, en su programa semanal de televisión.
Cabello, acompañado de varios militares que gritaban “así es que se gobierna”, no ofreció más detalles de la decisión.
En abril del 2002, una masiva protesta antigubernamental que llegó hasta el Palacio de Miraflores, en el centro de Caracas, devino en un breve golpe de Estado contra el entonces presidente Hugo Chávez dejando, además, decenas de fallecidos.
La suspensión del plebiscito enterró la posibilidad de que se dé antes del 10 de enero del 2017. Si Maduro es revocado después de esa fecha, el vicepresidente concluiría su mandato, asegurando la permanencia del “chavismo” en el poder hasta el 2019.