La proyección de la economía latinoamericana que se sitúa en 0,5 por ciento para este año, sumada al frenazo del ritmo chino, al bache que sufrió Estados Unidos en el primer trimestre y al débil crecimiento de Europa, son los elementos que tuvo en cuenta el Fondo Monetario Internacional (FMI), para revisar a la baja el crecimiento de la economía del mundo en 2015, hasta el 3,3 por ciento.
América Latina es la región que se llevó el mayor recorte en el informe global, al bajar 4 décimas frente al informe de abril. Para 2016 proyectó la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de la región en 1,7 por ciento.
“En muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo, la política fiscal puede ser una herramienta para estimular la demanda y el crecimiento a más largo plazo a través de la reforma tributaria y la fijación de prioridades de gasto”, sugirió ayer el boletín del FMI.
En general, se trata de la peor proyección de crecimiento a nivel global desde 2009, cuando fue de 3,4 por ciento. Con esta revisión fueron dos décimas menos frente a lo previsto en abril, aunque dejó sin cambios las de 2016 que están en 3,8 por ciento.
No obstante, Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo, dijo ayer en rueda de prensa que “los motores subyacentes para una aceleración gradual de la actividad económica en los países avanzados se mantienen intactos”.
Entre ellos, apuntó a las favorables condiciones de financiación, una política fiscal más neutral en la zona euro, el menor precio del combustible, y la mejoría en la confianza y el mercado laboral.
“El contagio de Grecia a nivel global es limitado, es algo reconfortante. Lo que hemos visto son pequeños exámenes de resistencia en la economía del euro”, explicó Blanchard al remarcar que el PIB de Grecia es apenas 0,5 por ciento de la economía global.
Sin embargo, para la zona euro no varió sus cálculos previos de 1,7 por ciento para este año y de 1,5 por ciento el próximo. Situó a España a la cabeza de la expansión, con un 3,1 por ciento en 2015. Alemania, la mayor economía de la zona euro, crecería 1,6 por ciento en 2015.