Mientras los funcionarios de Corantioquia en Medellín promovían una campaña por la protección del oso andino y la conservación de sus bosques, en Ciudad Bolívar, al suroeste del departamento, talaban un árbol que es hogar del búho de anteojos, una especie inscrita en la lista roja de la Unidad Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El búcaro, situado en la calle sexta de ese municipio, cayó sobre las aguas del río Bolívar, y si no fuera por la alerta de la comunidad a los ambientalistas y a las autoridades municipales, ese habría sido el destino de otros cinco árboles.
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Según la Sociedad Antioqueña de Ornitología (SAO), una familia de la especie Pulsatrix perspicillata -o búho de anteojos- tiene sus nidos en esos árboles desde hace por lo menos cuatro años, cuando empezaron a hacerles seguimiento.
Los búhos “se refugian en un relicto de bosque ripario ubicado en medio de un ambiente urbano y se alimentan principalmente de presas que habitan ambientes alterados por el humano”, como la rata R. norvegicus, que “ha sido considerada portadora y transmisora de enfermedades y parásitos”, explican los ornitólgos. De ahí su importancia para el ecosistema.
La primera, no informaron a la comunidad ni a las autoridades municipales.
El alcalde de Ciudad Bolívar, Antonio Castaño González, asegura que Corantioquia nunca les informó sobre la tala y que sólo se dieron cuenta este mismo martes gracias a la alerta de los habitantes de la zona.
“La comunidad nos informó e inmediatamente, con la unidad agroambiental y la Policía, se procedió a suspender la tala. Además, debían tener plan de contingencia, y tampoco lo hicieron”, denuncia el Alcalde.
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La segunda irregularidad que denuncia la SAO es la ubicación de los búcaros. “Es evidente que los árboles se encuentran en toda la orilla del cauce, tan es así que, al talar el primer ejemplar, este cayó en el agua”, dice Ana María Castaño Rivas, directora de esa entidad, en la carta que envió a Corantioquia para frenar la tala de los árboles.
“Si la razón por la cual se está otorgando permiso de tala es porque, supuestamente, comprometen estructuras físicas y representan peligro para un parqueadero de la Trilladora Los Búcaros, es porque claramente dichas estructuras están violando los retiros del cauce, obligatorios en la normatividad colombiana”, argumenta la ingeniera forestal de la Universidad Nacional.
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La tercera inconsistencia es que Corantioquia no tuvo en cuenta que esos árboles son el hogar de los búhos de anteojos, a pesar de que una ingeniera forestal de la entidad visitó la zona y verificó la viabilidad ambiental de la tala.
“Ninguna infraestructura comercial debería estar exenta del cumplimiento de la norma ni mucho menos, aún incumpliendo, tener prelación sobre la vida de estos ejemplares de la fauna silvestre colombiana listados en la UICN”, expone la sociedad de ornitología.
Es por eso que el Alcalde de Ciudad Bolívar solicitará a Corantioquia que revoque definitivamente la resolución que permite la tala de los otros cinco árboles. “Es importante conservarlos porque allí habitan iguanas y búhos, entre otros animales”, afirma el mandatario municipal.
¿Qué dice la resolución?
La resolución 1612-13529, otorgada por la Oficina Territorial Citará de Corantioquia, permite la tala de seis búcaros “que están ocasionando perjuicios al inmueble situado en la calle 48 con carrera 47 del municipio de Ciudad Bolívar”, en un lote urbano detrás de las instalaciones de la Trilladora y Tostadora Los Búcaros.
Según la visita técnica que describe la resolución, “estos árboles exhiben algunos problemas fitosanitarios, lo que pone en riesgo su estabilidad y propiedades físico mecánicas que los vuelven más vulnerables ante caída intempestiva sobre las infraestructuras aledañas”.
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La ingeniera forestal de Corantioquia que hizo la evaluación ocular asegura que los búcaros están en un grado de madurez fisiológicamente avanzado, que han sido afectados por ataque de hongos y que “presentan serios grados de inclinación sobre la infraestructura” que comprometen la integridad de los bienes muebles e inmuebles del lugar y de las personas que laboran allí.
Además, dice el informe, las raíces de los árboles están ocasionando grietas y fisuras en un muro de contención de 30 metros de distancia que la trilladora Los Búcaros construyó sobre la orilla del río Bolívar. Por todo esto, “se considera viable la erradicación de los seis árboles de búcaro”.
Aunque la resolución pide a los dueños de la tostadora sembrar tres árboles por cada búcaro talado, no menciona nada sobre la reubicación de las especies que habitan allí, y solo prevé “limpiar la base del fuste de termites o nidos de otros animales para que en el momento de la tala no perturben al motosierrista”.
Corantioquia dice que este mismo martes ordenó suspender las actividades de tala de los árboles, a solicitud de los ciudadanos y del Alcalde del municipio. El siguiente paso de la corporación ambiental será poner en marcha un estudio para determinar si los búhos de anteojos viven en esos seis búcaros, como dice la SAO, o si están en algún otro árbol de los 400 que componen ese corredor biológico.