El Sindicato Unitario de Trabajadores de la Industria de Materiales para Construcción (Sutimac) confía en que las directivas de Cementos Argos cumplan con su palabra de trasladar, no despedir, a 75 trabajadores con la parálisis de la planta cementera en San Gil (Santander).
Esta unidad de producción de la multinacional antioqueña estaba especializada en producir cemento petrolero, sector que, por la caída de precios e inversión, ha reducido la demanda por la caída de precios internacionales.
“No estamos de acuerdo con el cierre de la planta, pero ya que esa es la decisión, sí solicitamos que se preservara el empleo, y han manifestado que se garantizarán los empleos”, comentó a EL COLOMBIANO Otoniel Ramírez, presidente de Sutimac, quien se reunió el martes con directivas de la filial de Grupo Argos.
La aspiración del sindicato es que se replique la política de traslados a plantas de Cartagena, Tolú y Antioquia de quienes laboraban en una cementera ubicada en Sabanagrande (Atlántico), que concluyó hace un mes.
Este diario consultó a Argos sobre la suspensión de actividades en la planta San Gil, pero la empresa solo se pronunció mediante información relevante a la Superintendencia Financiera.
El reporte no hace referencia al futuro de los empleados en San Gil, pero aclara que esa planta tendrá una “transformación productiva”.
“Argos ha estado siempre comprometida con lograr una mayor eficiencia en el desarrollo de sus operaciones, con el objeto de garantizar el crecimiento sostenible de la compañía en el tiempo”, indicó la empresa, y esto pasa por ajustar la red de plantas para atender mejor el crecimiento de los mercados.