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Cannabis medicinal, negocio que se abre en Colombia
Empresarios esperan Resolución que definirá los términos de las licencias para el cultivo de la planta. Expertos dicen que Decreto 613 no diferencia entre medianos y pequeños productores.
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Empresarios esperan Resolución que definirá los términos de las licencias para el cultivo de la planta. FOTO JAIME PÉREZ
18 de abril de 2017
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Con la reglamentación que expidió el Gobierno para el manejo de las semillas y cultivo de cannabis, así como para la producción de derivados de esta planta con fines médicos y científicos, las empresas interesadas en explotar este negocio, como PharmaCielo, ahora esperan la resolución que autorice establecer los sembrados.
Federico Cock, director PharmaCielo Colombia Holdings, explicó que en unas dos semanas el Ministerio de Justicia deberá emitir una Resolución, con que esta firma asentada en el Oriente antioqueño podrá solicitar la licencia que le permita cultivar cannabis con fines farmacéuticos.
PharmaCielo es una empresa canadiense que se estableció hace tres años en Rionegro. Allí ha invertido 20 millones de dólares, y contempla destinar otros 24 millones para un total de 44 millones de dólares (unos 125.615 millones de pesos a la tasa de cambio de hoy), para aprovechar el potencial de esta hierba.
La apuesta es que, una vez obtenidas las autorizaciones, se pueda sembrar, cosechar, procesar y exportar derivados del cannabis en un año o año y medio. Del portafolio harían parte extractos de aceites de grado medicinal, cremas, gotas o parches, que inicialmente abastecerían los mercados de Canadá y Colombia.
“Este es un mercado creciente, podríamos sembrar 500 hectáreas o mil, pero estamos adaptando la fábrica para procesar el cannabis que produzcan mil hectáreas del cultivo. Por el momento disponemos de una finca de 13 hectáreas de flores, que se reconvirtió y producirá cannabis, una vez obtengamos la licencia”, añadió el empresario.
Aunque no fijó un plazo para disponer de las mil hectáreas sembradas, reveló que PharmaCielo suscribió un contrato de asociación con comunidades indígenas afiliadas a la Cooperativa por la Unidad Nortecaucana (Caucanabis), en el Cauca, sur del país.
La idea es que ellos desmonten los cultivos que actualmente tienen, pues no están bajo ningún control ni regulación, y empiecen nuevos sembrados en municipios como Corinto, Toribío, Miranda, Caloto y Jambaló.
“Estamos haciendo el estudio de acuerdo con el mercado y el potencial de esas áreas, para definir la magnitud del proyecto en esa zona”, dijo.
Faltan ajustes
Henry Muñoz, vocero de Cannabis Colombian Lawyers, destacó la expedición del Decreto 613 del pasado 10 de abril, aunque advirtió que la norma no hace una diferenciación entre medianos y pequeños productores, pese a que en ella se consagran los protocolos de seguridad y la asignación de cupos de producción. Así, corresponderá a los ministerios de Justicia, Salud y Agricultura establecer tales criterios de definición.
Adicionalmente, consideró que los pacientes quedaron desprotegidos. “El Decreto dice que solo se pueden suministrar preparaciones magistrales, pero para poder hacerlo son necesarias las licencias y esas nadie las tiene. Así que hay quedó otro vacío”.
Otra observación de Cannabis Colombian Lawyers tiene que ver con el Mecanismo de Información para el Control de Cannabis (MICC) que, según la norma, es una instancia de verificación que conformarán los ministerios de Justicia y Salud.
“En ese órgano no hay nadie que represente a la comunidad científica o a los pacientes, para que señale qué esta pasando”, puntualizó Muñoz.
300
empleos directos generará PharmaCielo cuando esté en operación y producción.
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