Celsia ya le prende luces a construir central Porvenir II

La posibilidad de iniciar el proyecto en 2017 debe decidirlo su junta. Celsia hará hoy su asamblea de accionistas y propondrá un dividendo de $120.

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Celsia ya le prende luces a construir central Porvenir II

“Fueron cuatro años de desgaste, pero ya vemos la posibilidad cercana de arrancar”, así respondió Ricardo Sierra Fernández, presidente de Celsia a EL COLOMBIANO, al ser consultado por el futuro de la central hidroeléctrica Porvenir II.

Ahora todo está en manos de la junta directiva y que apruebe el proyecto, lo que podría darse en su reunión de abril. Así las cosas, es posible que en 2017 se inicien trabajos de la central que aprovecha aguas del río Samaná, en el suroriente antioqueño, entre los municipios de San Carlos y Puerto Nare.

Entre tanto, la compañía realizará hoy, en el Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm), su asamblea de accionistas, en que propondrá un dividendo de 120 pesos por acción.

El duro camino de Porvenir

Desde 2012, la filial de Grupo Argos, inició un duro camino por concretar la licencia ambiental para el proyecto que sumaría al sistema eléctrico nacional unos 352 megavatios de capacidad instalada de energía.

Hace ocho años se inició el trámite, y hasta 2012 hubo un primer paso a favor. Sin embargo, solo en julio de 2015 la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), dejó en firme la autorización.

Ese periodo de cuatro años se debatió entre requerimientos adicionales y consultas con comunidades, que al parecer ya fueron superados.

“Ya vamos en los trabajos de preparación y preconstrucción, licitaciones de equipos y de obras civiles. Desde la compañía estamos convencidos que ese proyecto encaja muy bien en el portafolio de activos, nos complementa muy bien el negocio que tenemos en el suroccidente”, señaló Sierra.

El proyecto implica inversiones por 800 millones de dólares. Esto representa un aumento de 200 millones de dólares frente al precio originalmente estimado en 2012.

Dentro de los sobrecostos que tuvo que pagar Celsia, por la demora en los trámites ambientales, estuvieron 36.626 millones de pesos, causados por una garantía que había firmado para tener energía en firme en 2018, evento improbable, ante la lentitud del proceso con la Anla.

“Estamos trabajando de manera juiciosa, pero hay pendientes unas definiciones con el Gobierno en materia de tierras. Allí hay muchos baldíos y queremos tener seguridad jurídica ante todo (...) Esto es un buen mensaje para el país. Las comunidades han ayudado mucho y hemos podido dar a conocer los beneficios que traerá la central”, acotó Sierra.

Negociar con comunidades

Aunque Celsia indicó que ya tiene configuradas las negociaciones con las comunidades del área de influencia del proyecto hidroeléctrico, este proceso fue uno de los frenos más importantes para darle luz verde a Porvenir II.

“El manejo se ha vuelto complejo. Ahora hay comunidades deteniendo proyectos frecuentemente. Hay algunas con buenas intenciones y que piden respetuosamente sus derechos y otras que sólo están buscando rédito económico”, reprochó Sierra.

Ante esto, propone que el Gobierno ajuste reglas de juego pues, “podemos tener las licencias, los permisos y acatar las instrucciones, pero eso no asegura al final que no se detenga o relentice el proceso”.

Por último, mientras se da la última palabra sobre Porvenir II, Sierra confirmó que se iniciarán este año, sin precisar, mes, una pequeña central hidroeléctrica (PCH) a filo de agua en San Andrés de Cuerquia (Antioquia). Las obras tardarán tres años para dejar la central con una capacidad instalada de 20 megavatios .

800

millones de dólares costaría, a estimados de hoy, construir la hidroeléctrica Porvenir II.