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El equipo técnico del Bando de la República proyectó ayer, en el nuevo informe sobre inflación, que para el cierre del primer trimestre de 2018 ese indicador se situará alrededor del 3,6 %, en lugar del 3,4 % proyectado en octubre.
La tesis la apoya José Manuel Restrepo, economista y rector de la Universidad del Rosario, quien consideró que el indicador de enero fue bastante más bajo de lo que calculaban los analistas, por ello cree que al cierre del primer trimestre se cumpla el rango de meta del Emisor.
El prónóstico lo señaló de realista, pues los factores que llevaron al incremento de precios en 2016 y 2017 prácticamente van a desaperecer, como el impacto de la reforma tributaria.
Las razones que motivaron este cambio responden, de acuerdo con Banrep, al alza del petróleo y el incremento del salario mínimo superior a la expectativa de los precios para este año.
El petróleo, parte fundamental de la fórmula para elegir el precio de la gasolina, ha aumentado entre febrero del año pasado y el mismo mes de este año de 55,56 dólares a 62,66 el barril brent, referencia del crudo para Colombia según Bloomberg.
La gasolina en Medellín para el mismo periodo subió un total de 702 pesos en Medellín. En febrero de 2017 el precio del combustible en la capital antioqueña estaba en 8.163 pesos, mientras que desde el 2 de febrero de 2018 se ubica en 8.865 pesos.
El Banrep aseguró que de mantenerse esa situación se presionaría al alza el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de regulados, es decir, servicios públicos, transporte urbano-intermunicipal y gasolina.
Restrepo enfatizó que el alza de la cotización del crudo “le pega muy duro a la economía en costos de transporte”. Cabe recordar que solo en 2017, el precio del combustible subió 678 pesos.
Sobre el incremento del salario mínimo, el Emisor destacó que fue muy superior a la meta de inflación, y por lo tanto, ejercerá presiones de costos laborales, particularmente en la producción de algunos bienes y servicios intensivos en mano de obra con este tipo de remuneración (por ejemplo, comidas fuera del hogar, administración de edificios, servicios de aseo del hogar, entre otros).
“Con respecto a las expectativas de inflación a cierre de 2018 y 2019, la encuesta aplicada a analistas (...) presentaron leves aumentos y se sitúan en un rango entre 3,2 % y 3,6 %”, aseguró el Emisor.
Por otra parte, los resultados de la encuesta trimestral a empresas, sindicatos y académicos prevé que podría ubicarse en 3,8 %.
Para el profesor de la U. de Antioquia, Ramón Javier Mesa, la inflación a final de 2018 se ubicará en 3,4 % aunque no descarta que la baja de las tasas de interés efectuada por el Emisor el pasado pueda tener incidencia al final de año generando un rebote inflacionario moderado (ver Informe).
La próxima semana el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dará a conocer el Producto Interno Bruto (PIB) del último trimestre de 2017 y del año corrido.
Las apuestas del Emisor siguen estando enfocadas en un incremento del 1,6%, “no hubo cambio y se mantuvo por debajo del crecimiento potencial de la economía”.
Según las proyecciones de la entidad, “a finales de 2017 la demanda interna se habría desacelerado y su crecimiento habría sido menor que el del PIB. En el mismo periodo la demanda externa habría jalonado el crecimiento debido al comportamiento favorable de las exportaciones”.
La situación será mejor para este 2018, pues la proyección de crecimiento quedó en 2,7 %, debido una mayor demanda externa esperada y de la recuperación que se proyecta en los términos de intercambio y la reducción de las tasas de interés.