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En el Valle de Aburrá de cada 100 personas ocupadas el año pasado, 43 eran informales. Esta es la cifra oficial que acaba de reportar el Dane, es decir, un promedio de 765 mil personas tenían un trabajo sin las mínimas condiciones legales en la ciudad.
Además en los últimos tres años, el promedio de informalidad laboral en el Valle de Aburrá pasó del 46 % al 43 %. En el consolidado nacional para las 23 ciudades medidas, la informalidad fue el pan de cada día de 5,83 millones de colombianos, es decir, el 48,34 % de los ocupados.
Sin embargo hay muchas dudas sobre la calidad del empleo que se está creando en la capital antioqueña. El Observatorio Regional del Mercado de Trabajo de Antioquia llama la atención sobre cómo las mujeres son más presa de la informalidad (ver Análisis).
De otro lado, “si bien los datos muestran una disminución en la informalidad en Medellín, también es una de las ciudades con mayor desempleo, lo que parece poco lógico”, aseguró Carmen Lucía Tangarife, responsable de Mercado Laboral y Trabajo Decente de la Escuela Nacional Sindical (ENS).
Para la analista, la metodología oficial mide la informalidad para las empresas de hasta cinco empleados, es decir “la visión es muy corta y deja por fuera un grupo de personas que no cumplen con los requisitos mínimos de trabajo decente”.
Además, los recientes datos del Dane mostraron que, en promedio 497 mil personas aseguraron trabajar por “cuenta propia” en 2015 en el Valle de Aburrá, es decir el 28 por ciento de los 1,77 millones de ocupados. El asunto es que los “cuentapropistas” se asocian en alto porcentaje a la informalidad.
“La crítica que se mantiene sobre la medición es cuál es la calidad del empleo que se está generando en Colombia y en el Valle de Aburrá y, lo más importante, cómo enfrentar esa discusión en un escenario económico más complejo”, agregó la especialista de la ENS.
De otro lado, la desaceleración que enfrenta la economía colombiana presionaría al alza la tasa de desempleo este año.
“Podemos esperar en próximos meses un deterioro de los índices de empleo. Ante la menor demanda de la economía, los empleadores no tendrán márgenes para expandir su planta laboral”, dijo Tangarife.
En ese sentido, la informalidad también estará supeditada al desempeño empresarial. “El empleo informal podría repuntar, sobre todo, teniendo en cuenta que, grupos de mujeres, jóvenes y demás población inactiva, saldría a buscar trabajo” (ver nota anexa). Pero al no encontrarlo en el sector formal, el llamado “rebusque” es una opción, sostiene la analista . n