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Los grandes desafíos de la economía actual exigen un perfil de presidente de compañía (CEO) con virtudes como trabajar por la innovación, apostar por la disrupción tecnológica (alto impacto), lograr equilibrio entre clientes y mercado, y tener la capacidad de construir reputación de marca en el largo plazo.
Esta serie de características convierten a los ejecutivos de hoy en unos supermanes para la dirección de empresas, eso es lo que se concluye del más reciente estudio internacional de la firma de consultoría KPMG , llamado “Perspectivas Globales de los CEO’s”.
Para ello, se encuestó a 1.300 presidentes de las más grandes compañías del mundo, provenientes de 10 países y pertenecientes a 11 sectores.
Dichas características ejecutivas fueron planteadas por los mismos empresarios, quienes reconocen que son motor para penetrar nuevos mercados y llevar a buen puerto a sus organizaciones.
Ya desde el año pasado se planteó que los presidentes de compañías debían cambiar de mentalidad: ahora o nunca. Esta receta se mantiene para este año, pero, “los CEO con los que hablamos reconocen que deben ser creativos para enfrentar los nuevos desafíos e incertidumbres”, comentó en el informe John Veihmeyer, presidente del Consejo de Administración de KPMG International.
El 65 % de los encuestados considera que viven una oportunidad única para transformar su modelo de negocio, desarrollar nuevos productos y servicios, así como replantear el esquema productivo de su empresa.
Asimismo, el informe proporciona una visión de las expectativas de los CEO sobre el crecimiento de sus negocios en los próximos tres años, donde el 83 % de entrevistados lo considera positivo (ver gráfico).
La eficiencia para hacer las cosas es una de las exigencias del mercado actual. El cambio en la manera de hacer negocios hizo que seis de cada 10 líderes (65 %) vea la disrupción (alto impacto) como una oportunidad y no como una amenaza para sus empresas. Tres de cada cuatro (74 %), considera que su negocio pretende ser el disruptor en su sector.
“Aunque no existe un libro probado que indique cómo hacer innovación de alto impacto en las empresas, se necesita un equipo humano decidido a usar tecnología, con enfoque claro hacia los clientes y también se requiere algo de suerte”, comentó Rob Lloyd, presidente de Hyperloop One, compañía que incursiona en el transporte de pasajeros y mercancía a alta velocidad en tubos al vacío.
De otro lado, siete de cada diez (68 %) reconoció que involucran sus habilidades y cualidades personales para mejorar la forma en que lideran su negocio, destacándose virtudes como la resiliencia (capacidad de adaptación) e ingenio para llevar a las empresas por el camino correcto.
Adicionalmente, el estudio reconoce que la tecnología inteligente requiere de personas inteligentes. Es decir, para lograr estos propósitos transformadores se requiere personal idóneo, adecuado para adoptar, implementar y entregar resultados de las nuevas tecnologías.
Si bien estas herramientas digitales podrían reestructurar la fuerza de trabajo a largo plazo, los CEO consideran que aumentará la cifra de empleados en el corto plazo. El lío es encontrar suficiente personal calificado para implementar la tecnología ya disponible para transformar su negocio, dicen.
El 58 % de los CEO espera que las tecnologías cognitivas aumenten su número de colaboradores. Esto sugiere que la experiencia del cliente, no la reducción de costos, es vista como factor clave en la adopción de estas herramientas. Por ello, recalcan los ejecutivos que la atracción de talento altamente calificado es su gran dolor de cabeza.
De manera general, los encuestados esperan que las cifras de adopción tecnológica continúen creciendo, pero a un ritmo más lento que el previsto en 2016.
El año pasado, el 73 % de los ejecutivos esperaba que su número de empleados aumentara en más de 6 % en los próximos tres años. En 2017, menos de la mitad (47 %) espera este nivel de crecimiento.
Asimismo, el 70 % de los ejecutivos dice que ahora están más abiertos a nuevas influencias y colaboraciones que en cualquier otro punto de su carrera.
La prueba más grande para ellos está en cómo aplican estos talentos mejorados al negocio y ponen sus nuevas habilidades técnicas y blandas para un uso óptimo.
De otro lado, una de las principales amenazas que tienen los ejecutivos es el tema de reputación empresarial. El dinamismo creado por el mundo digital, requiere la construcción de culturas organizacionales basadas en el respeto y valores éticos claros.
Así es que son sostenibles las compañías en el largo plazo. Por eso las empresas deben demostrar integridad en lo que hacen, porque no se trata de vender y aumentar los ingresos monetarios solamente.
Así es que el CEO tiene un rol clave, porque existe un alto riesgo de reputación de marca si hay alguna salida en falso. Los mismos ejecutivos consideran que el reputacional es uno de los tres principales riesgos de hoy (de un total de 16).
La gran apuesta para todos los presidentes de compañía es tener suficientes virtudes, que los ayude a conducir sus organizaciones a la eficiencia y a la sostenibilidad en el largo plazo.