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EPM mantiene el radar inversionista encendido en Suramérica
Desde EPM Chile se buscan proyectos en energía, alumbrado, gas, plantas de tratamiento de aguas residuales y pozos, saneamiento o alcantarillado.
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Eduardo Esteban Cadavid Restrepo, es el gerente de EPM Chile. FOTO cortesía
02 de octubre de 2016
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A6.267 kilómetros de Medellín, en la oficina 902 del Edificio New Century de Santiago de Chile, el ingeniero Eduardo Cadavid Restrepo tiene tareas importantes encomendadas por el Grupo Empresas Públicas de Medellín (EPM): velar por las inversiones hechas en ese país y estar atento a potenciales inversiones en el denominado cono sur.
Del paquete laboral de Cadavid hacen parte las gerencias de la holding EPM Chile, el Parque Eólico Los Cururos e Inversiones y Asesorías South Water Services y, además, es el presidente del directorio (junta directiva) de Aguas Antofagasta (Adasa), todas filiales de EPM.
EL COLOMBIANO dialogó con el funcionario en Antofagasta, norte de Chile, donde Adasa inició esta semana los ensayos para poner en funcionamiento la ampliación de la planta desalinizadora de agua, en la que se invirtieron 22 millones de dólares.
¿Cuál es el balance que hace EPM, luego de tres años y medio de trabajo
en Chile?
“Es un balance positivo, hemos estado conociendo el entorno y mirando las oportunidades que tiene EPM en términos de prestación de servicios públicos. Cuando llegamos había una realidad concreta, el Parque Eólico Los Cururos, y a ver posibilidades en los otros servicios que nosotros prestamos. Algo que tenemos claro es que hay algunos negocios en los que no queremos incursionar en Chile, pero hay otros que nos resultan bastante atractivos”.
Y, ¿qué oportunidades han identificado?
“En este tiempo hemos identificado varias alternativas que hemos revisado con el acompañamiento de la casa matriz (EPM) y que no las hemos tenido en cuenta por diversas razones. De ese esfuerzo salió la posibilidad de adquirir la firma Aguas Antofagasta (Adasa) y con determinación puedo decir que fue y es una buena oportunidad, aquí no hay nada oculto y nada nos ha sorprendido. Creemos que el modelo que EPM propugna puede ser adaptado y lograr que sea aceptado por los clientes. Creemos que en Antofagasta hay oportunidad para el agua prepago, porque hay gente de bajos recursos. Hay más oportunidades en otros negocios y estaremos explorando con calma, detenidamente”.
Dice que hay negocios que no son del interés de EPM en Chile, ¿cuáles son?
“Diría, por ejemplo, que hay cosas que nosotros no sabemos hacer, una de ellas es trabajar con carbón. La generación de electricidad con carbón es una cosa a la que no le apostaremos y, particularmente, en Chile estamos orientados con las energías renovables no convencionales, es decir generación eólica y fotovoltaica. Estos son asuntos que ya están tocando la puerta en Colombia y prueba de ello es el parque eólico Jepírachi, en La Guajira. Eso nos dio mucha capacidad para trabajar en Los Cururos, que fue un negocio que recibimos como proyecto y sin nada en operación. Este modelo aquí, en Chile, es novedoso e iniciamos esta empresa de cero, tratando de implantar todos los procesos, no solo lo técnico. Además de poner a operar un aerogenerador hay temas de facturación, contabilidad, de relación con clientes, de cumplimiento con la normatividad chilena, entre otros”.
Son frecuentes en Medellín las voces que cuestionan las adquisiciones de EPM en el extranjero y en particular por la compra de Aguas Antofagasta, ¿qué les dice a esos críticos?
“Siendo un tema polémico, de visiones diferentes y todas ellas respetables, la que yo favorezco es que nosotros debemos seguir creciendo como empresa. En EPM podemos seguir haciendo cosas por Colombia, sin sacrificar lo que hacemos en otros países de Latinoamérica en los que sentimos que hay afinidad y en los que haya un negocio rentable y válido. Al final, estas son utilidades que van a llegar al dueño: EPM”.
Esta inversión es solo de EPM...
“Acá no tenemos socios, no hay nadie distinto a lo que son las empresas del grupo: EPM es junto a EPM Inversiones dueños de EPM Chile y esta es propietaria del parque eólico y Adasa. No hay un socio externo, así que no hay posibilidad de que las utilidades se queden en alguien distinto a la ciudad de Medellín, que es la dueña de EPM. Así, esas utilidades serán las que le den la potencia a la ciudad para que se siga desarrollando y creciendo”.
¿Se quedó estrecho el mercado colombiano para EPM?
“Hay que reconocer que habíamos llegando a ciertos niveles de saturación, y tenemos que crecer en otros mercados. No desconocemos las grandes necesidades que hay en Medellín o en Antioquia en aspectos de agua potable y saneamiento básico, pero el modelo regulatorio genera frenos y limitaciones para que un inversionista como EPM coloque capital y lleve el desarrollo a las regiones. Eso no ocurre en Chile. Aquí hay un estado que ha generado una infraestructura bastante buena, la cobertura en saneamiento básico es casi total y eso es lo que ha permitido el modelo. Sin descuidar lo que hay que hacer en Colombia, tenemos que pensar en que la empresa tiene que mirar afuera para seguir creciendo, si no crecemos nos estancamos y de pronto nos morimos y eso no lo quiere nadie. Tenemos que mantener la dinámica de crecimiento a través de buenas inversiones y esta es una buena inversión”.
¿Cómo recibió la ciudadanía de Antofagasta la llegada de EPM como operador del servicio de acueducto?
“Encontramos que la gente estaba sorprendida. Por la naturaleza confidencial de la negociación, la noticia se conoció cuando el proceso estuvo ejecutado. Lo que nos manifestaron en ese momento las autoridades y los grupos de interés fue que hubo sorpresa de la llegada de una empresa colombiana. Pero Chile es uno de los países que más ha avanzado en los procesos de inversionistas extranjeros y hay muchos operando en distintos sectores, así que la ciudadanía está acostumbrada a que llegue alguien de afuera para atenderlos”.
Al abastecer el 65 % de las necesidades de agua potable de Antofagasta, con agua desalinizada, ¿qué probabilidad hay de construir plantas similares en zonas como Urabá o La Guajira?
“Habría que separar las miradas del tema y pensar en dos condiciones. La primera, ¿sería económicamente viable? Respondería que sí, pues como país y como empresa tendríamos que ser capaces de asumir un proyecto como este, el cual es una solución para problemas de cantidad y calidad del agua. Lo que no se puede desconocer es que desalar agua es un proceso costoso y allí aparece el segundo tópico, el tarifario. El interrogante sería cómo insertar esto en un modelo tarifario que está basado en subsidios y contribuciones, y que cuando necesite ejecutar inversiones altas dispararía la tarifa, cosa que resulta compleja para poblaciones de bajos ingresos”.
El mandato de EPM para usted en Chile es...
“Hay muchos mandatos y parte de lo que hacemos es mirar posibilidades, analizarlas, filtrarlas. Nos han ofrecido plantas de carbón, pero hemos dicho que no. También nos ofrecieron operar un relleno sanitario, pero mientras no esté integrado a la recolección y disposición tampoco nos interesa. Permanentemente tengo las antenas encendidas, recibiendo gente que sabe que estamos en Chile y que nos reconoce como empresa seria”.
Y, ¿con cuánto dinero dispone para una posible inversión?
“(Risas) Cuando uno llega a Colombia con propuestas, estas compiten con otras y como el recurso financiero no es ilimitado, son muchos los filtros que deben salvarse para decidir si es posible o no avanzar en esa propuesta”.
*Por invitación de EPM
57
turbinas tiene el parque
eólico Los Cururos de
EPM en Coquimbo, Chile.
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