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Los habitantes de Medellín, así no lo adviertan, son los accionistas de una de las empresas más importantes de Colombia y la segunda, después de Ecopetrol, que paga a la Dian más impuestos: Empresas Públicas de Medellín (EPM).
Y aunque los dividendos no los reciban directamente en sus cuentas los medellinenses, los perciben mediante la inversión social que el Municipio realiza. Nada más el viernes pasado se transfirieron a las arcas de la Alcaldía 450.518 millones de pesos, con lo que se cierra el pago de transferencias por 3,6 billones de pesos de los últimos cuatro años, en que estuvo al frente del Grupo EPM Juan Esteban Calle Restrepo.
A su sucesor, Jorge Londoño de la Cuesta, le corresponderá desde el primero de enero, cumplir con lo aprobado por la Junta Directiva en su última reunión: aumentar en 20 por ciento las transferencias al Municipio en los próximos cuatro años, es decir, que sean, al menos, de 4,5 billones de pesos, como reveló Calle en entrevista con EL COLOMBIANO.
Y esto es posible, entre otras, por una estrategia clara de expansión internacional, con que ha diversificado riesgo, obtenido más altas rentabilidades al no tener todos los huevos puestos en la canasta de Colombia, como líder en servicios públicos domiciliarios, sino también en Centroamérica, México y Chile.
Por eso si les va bien a las filiales de EPM en otras partes del país y de América Latina, a los habitantes de Medellín, especialmente a los de menos ingresos, les va mejor. Por ejemplo, la reciente compra de la chilena Aguas de Antofagasta (Adasa), que no ha estado exenta de críticas, le giró la semana pasada dividendos a EPM por 23 mil millones de pesos.
“En cada familia que accede a Medellín Solidaria, en cada niño que estudia en un jardín de Buen Comienzo se reflejan inversiones como la que hicimos en el norte Chile”, comentó Calle Restrepo, a menos de dos semanas de dejar el cargo y prepararse para asumir el próximo primero de abril la presidencia de Cementos Argos.
Este funcionario pasará a la historia como el reservado y austero transformador de EPM, luego de liderarla por cuatro años. La entrega con un patrimonio que supera los 18,8 billones de pesos, con capacidad de crecer más de 6 por ciento sus ingresos en 2016, luego de que este año dejará utilidades que superan los 1,5 billones de pesos.
Y todo, pese a que el fenómeno de El Niño más severo que ha vivido Colombia golpea la rentabilidad del principal negocio de EPM, frente a lo que ya se alista un plan de estímulos que premiará a usuarios ahorradores.
¿El Niño si dejará al Grupo EPM cumplir su meta de ingresos para 2015?
“Cerraremos año creciendo más del 10 por ciento, pese a enfrentar una coyuntura tan complicada como El Niño y una devaluación acumulada del peso colombiano que va más allá del 60 por ciento en el último año y medio. Al grupo empresarial le está yendo bien en todas sus geografías, pese a que el negocio de generación tendrá unos resultados menos buenos de los usuales. Seguimos creyendo que podremos llegar a las 1,5 billones de pesos de utilidad neta, un poco superior a la del año pasado, cuando alcanzamos la más alta de la historia de EPM”.
Se sabe del compromiso de EPM para transferirle sus ganancias al Municipio, pero también es cierto que el 42% de su presupuesto de 2016 ($12,4 billones) tendrá que ajustarlo endeudándose, ¿no era mejor bajar utilidades en un año difícil?
“Estamos muy tranquilos con el nivel de endeudamiento y el nivel de transferencias al Municipio, así como para el cuatrienio que empieza en 2016. Con lo aprobado por la Junta Directiva en su última sesión, estamos viendo un aumento de 20 por ciento en las transferencias al Municipio, pasando de 3,6 billones de pesos entre 2012 y 2015 a 4,5 billones de pesos en transferencias estimadas entre 2016 y 2019. Esto tiene en cuenta el efecto negativo de El Niño en el último trimestre de 2015 y el primero del próximo año, y sin tener en cuenta la entrada de Ituango. Será un gran avance en el cumplimiento del componente social de la mega (meta grande y ambiciosa)”.
Con todo, ¿se tiene las turbinas listas para crecer en ingresos en 2016?
“Estimamos un crecimiento cercano al 6 por ciento y un nivel de utilidad neta que esperamos supere el de este año, lo que es muy alentador”.
¿Cómo se comporta la demanda de energía en el país?
“La demanda sigue creciendo por encima de los escenarios que teníamos proyectados, precisamente asociada al clima, y por eso llamamos la atención de que los hogares deben ser más juiciosos en el buen uso de los servicios públicos”.
¿Los hogares sí están ahorrando energía?
“Vemos un comportamiento reciente más alentador, y vamos a complementarlo con más estímulos del programa Somos, que premia buenos comportamientos en los consumos, así como ya se ha hecho con pagar a tiempo, no dejar acumular facturas, pago electrónico. Ya en Somos están 450 mil usuarios”.
¿Y en términos de las contrataciones con el mercado no regulado (grandes clientes industriales)?
“Hemos sido prudentes en las contrataciones, así como en el cuidado de los embalses, pues un fenómeno de El Niño que esperábamos moderado acabó siendo severo. Con los grandes clientes (industria) estamos llevando propuestas de valor agregado y muy entusiasmados con la alianza que cerramos con Veolia, para poder ofrecer un portafolio importante de eficiencia energética a los grandes clientes” (ver Para saber más).
Aunque está el riesgo de que para cumplir compromisos, EPM tenga que salir a Bolsa a comprar energía con unos precios altos...
“Nos ha tocado salir a comprar, pero también siendo prudentes con lo que necesita el país. Vamos a terminar generando 2.500 gigavatios-hora año menos de lo previsto por cuidar los embalses, pero también vamos a terminar generando con nuestras centrales térmicas (Termosierra y La Dorada) más de 1.000 gigavatios-hora, cuando esperábamos generar menos de 100, eso muestra el compromiso de EPM con el país, al cuidar el recurso hídrico para poder responder en 2016”.
Justamente, ¿llegó la hora de que EPM tenga más térmicas y poder respaldar mejor su generación frente a estos eventos climáticos tan difíciles de predecir?
“El país hizo una apuesta años atrás a tener una generación térmica a gas, y la verdad es que no hemos tenido el gas suficiente y ha tocado generar con combustibles líquidos. El carbón será una alternativa, porque no se puede seguir respaldando a largo plazo en generar con líquidos, por la incidencia que tiene en los costos”.
¿EPM tiene incluido en sus planes generar a carbón?
“Tenemos un portafolio interesante de más de 3.200 megavatios de capacidad para desarrollar en proyectos futuros, sin contar Ituango, que incluye algunos proyectos a carbón y otros como Espíritu Santo, aguas abajo de Ituango, con 600 megavatios muy competitivos, o el proyecto geotérmico en el Nevado del Ruiz y algunos proyectos a carbón en varias partes del país”.
De otro lado, continúan circulando críticas a la adquisición de Aguas de Antofagasta, en Chile: que se compró cara y hasta que fue en un sitio donde no hay agua, ¿qué responde al respecto?
“Todos los días estamos más satisfechos con esa adquisición porque hace todo sentido con la visión estratégica de EPM, que se planteo desde 2005, con el mandato de internacionalizar el negocio del agua”.
O sea, ¿para usted no fue una compra costosa?
“Fue una compra competida, porque los grandes jugadores del negocio de aguas en el mundo participaron en esa proceso y claramente se debió pagar un precio importante (965 millones de dólares). Se pagó un múltiplo totalmente explicable de 12 veces Ebitda para una empresa de primer nivel en un mercado muy atractivo”.
¿A qué se refiere?
“Es una empresa que tiene todo el potencial al estar en el mejor país de América Latina para hacer negocios, lo que mejora sustancialmente el perfil de riesgo de nuestro portafolio; está en la zona donde se concentra cerca de un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile, por el tema minero; el ingreso per cápita es superior a los 30 mil dólares al año en esa región; hay una demanda creciente de agua, porque no hay, y cualquier metro cúbico tiene mercado; y la empresa tiene la planta de desalinización más grande de América Latina. El dueño anterior no era experto en atender a usuarios residenciales y vemos enormes oportunidades de mejorar el servicio. Hemos encontrado más sinergias de las que consideramos al momento de comprarla y acabamos de concluir el plan de negocios con muy buenas perspectivas”.
¿De cuánto son los ingresos que esperan anualmente de esa filial?
“En principio proyectábamos un Ebitda (flujo de caja operativo) de entre 75 y 80 millones de dólares y estamos tranquilos de que superaremos ese nivel”.
¿Cómo hará EPM para dejar de depender tanto del negocio de energía?
“El futuro está en el agua y diversificar el portafolio, pues el 65 por ciento de los ingresos son del negocio de distribución de energía y otro 22 por ciento es de generación. El Banco Mundial habla de que la demanda de agua aumentará 50 por ciento al año 2050 y buena parte de los centros urbanos tendrán problemas de suministro, teniendo en cuenta que 94 por ciento del agua del planeta está en el mar. Por eso EPM tiene que estar en el negocio de desalinización de agua”.
En el tema de impuestos, ¿EPM está pagando más a la Dian que las utilidades que transfiere al Municipio?
“No le pagamos más, pero ya es un socio importante de EPM (risas), porque son unos 850 mil millones de pesos anuales lo que se paga en impuestos, con una tasa efectiva (sobre utilidades) que con la última reforma tributaria quedó muy cerca del 60 por ciento. Somos el segundo contribuyente más importante del país después de Ecopetrol. Casi el Gobierno nacional se volvió un socio a igual paso que el Municipio de Medellín y eso nos parece que es exagerado”.
¿Eso sí es sostenible?
“Se debe tener en Colombia un clima adecuado para promover crecimiento. El motor de desarrollo de cualquier país es la inversión y hoy tenemos unos niveles de tributación que no son sostenibles, son contraproducentes, que desestimulan la inversión, por eso hay que entrar a revisarlo pronto”.
En temas más amables, ¿cómo es la empresa que le entrega a su sucesor?
“Es una empresa transformada, marcamos una ruta por recorrer y está lista para asumir los retos y oportunidades que vienen en un entorno y unos negocios cambiantes, por eso se necesita siempre tener una capacidad de adaptación en una empresa dispuesta a enfrentar esos desafíos. Jorge encontrará una empresa con una ruta clara para seguir creciendo”.
¿Cuál es el mayor reto que lega en EPM?
“La construcción de la central hidroeléctrica Ituango es el presente y futuro de este grupo empresarial. Ya registra más de un 40 por ciento de avance, siendo un proyecto completamente integrado al territorio, a las comunidades. Cuando entre Ituango en operación, se estará generando cualquier día del año cerca del 20 por ciento de la energía que requiere el país, para EPM significa crecer en 80 por ciento su capacidad de generación”.
Por último, ¿cuál es su expectativa al asumir como presidente de Cementos Argos?
“Ya habrá tiempo para hablar el año entrante. Estoy hasta el 30 de diciembre concentrado en hacer la tarea en EPM. Solo tengo gratitud con esa invitación y voto de confianza para sumarme a otro grupo empresarial que aprecian mucho los antioqueños y colombianos, al ser una compañía referente en temas de crecimiento”..