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Unas finanzas personales sanas no parten solo de tener un presupuesto definido al mes, ni de creer que se ahorra solo con usar cupones de descuentos o de comprar en oferta.
También se trata de hacer conscientes algunos gastos que pasan desapercibidos en el día a día, pero que al final del mes descuadran todo presupuesto, porque no se tuvieron en cuenta.
Se trata de los gastos hormiga o invisibles, como los llaman expertos en finanzas personales. Son aquellos inspirados en caprichos y antojos, o a veces hasta en la generosidad de la gente cuando invita a otros, pero no se tienen en cuenta en el presupuesto mensual. Al final sí son representativos.
No existe una cifra de gasto para decir que sea hormiga o no. Por ejemplo, una persona paga todos los días 5.000 pesos para tomarse un café y un palo de queso en la mañana. En la tarde, se toma otro café, pero con pastel y paga así otros 5.000 pesos.
Puede que esos 10.000 pesos no los haya notado en el día, pero si ya es un hábito, se vuelven 50.000 pesos a la semana, 200.000 al mes y 2,4 millones al año, afectándole su presupuesto y llevándolo al hormiguero.
“Esta cuenta se hace notoria solo cuando se realiza de manera consciente y por eso se deben detectar para cambiar hábitos diarios, o incluirlos en el presupuesto”, comentó Luis Francisco Cubillos, experto en finanzas personales.
¿Qué hacer?
Para que no salga con dinero en el bolsillo y regrese sin nada al final del día, sin saber en qué se lo gastó, es bueno que defina esos actos inconscientes de pago.
Haciéndolo es que esos hábitos desordenados e impulsivos pueden transformar su vida financiera para mejorar. Gasta menos y tiene la posibilidad de ahorrar más (ver Dicen de...)
Edmon, un blog de finanzas personales con actividad en Colombia, recomienda a los que les gusta tomar cerveza, llevar la cuenta del número de botellas o latas que se toman en una semana y al mes. Igual ocurre con las bebidas saborizadas o gaseosas que se toman a diario, y que por no tenerlo presente, se les pueden “subir las hormigas” en su presupuesto.
Si realiza el ejercicio de sumar ese consumo diario y los traslada a períodos de tiempo más largos, así podrá evidenciar que ha gastado una gran cantidad de dinero y que pudo haber establecido un buen ahorro con esos recursos.
Empiece por identificar, por ejemplo, cuántas tazas de café o gaseosas compra al día, tome su valor unitario y multiplíquelo por la cantidad diaria, luego por los días de la semana y luego por las 52 semanas del año. Aplíquelo así a cada gasto que usted considere que realiza de manera rutinaria.
“Sea precavido, organice sus compras de refrescos para la semana, así no tiene que comprar diariamente y perder dinero. Es mejor si adquiere las gaseosas y jugos en las mismas empresas de producción, se gana el valor de la intermediación de los tenderos o de las máquinas dispensadoras”, comentó por su parte Carlos Alberto Echeverri, jefe de Servicio al Cliente de la Cooperativa Financiera Cotrafa .
Por eso recomienda llevar este tipo de alimentos desde la casa, preparándolos usted mismo, y así verá ahorros.
“Los gastos hormiga quitan un 20 % del salario de una persona, de a poco y sin darse cuenta”, añadió.
Al respecto, la cooperativa financiera Confiar, brinda unos tips para que la gente evite recurrir en este tipo de gastos desapercibidos en el día a día:
“Levántese a tiempo y desayune en casa, así evitará el pago de taxi o tener que comer algo por fuera”.
Adicionalmente, recomienda desplazarse siempre en transporte público, evitar comprar tintos en exceso: “recuerde que en la mayoría de lugares laborales u oficina le ofrecen este servicio de manera gratuita”, añade Cotrafa.
Igual sucede con el almuerzo en restaurantes, porque si lo hace de manera cotidiana no le aguantará el bolsillo.
Respecto a los antojos de mecato o postres, ojo que es más económico comprarlos en el mercado que hace para su casa y al adquirirlos hágalo por paquetes. “No deje de preguntarse si realmente lo necesita, no compre por impulso”. Trate de programar las atenciones sociales en casa, que también resultan costosas.
Finalmente, lo que se busca con este gasto consciente es pensar en el ahorro, y en cómo fortalecerlo en el tiempo para su beneficio r