En medio de liquidaciones y descuentos, las reconocidas marcas de ropa norteamericanas GAP y Banana Republic se despiden del país. La devaluación del peso frente al dólar y el incremento de la inflación llevaron a Superior Brands Holding, grupo panameño dueño de las marcas para Centroamérica, el Caribe y parte de Suramérica, a tomar la decisión de dar un paso al costado, según supo el diario La República.
Hace 38 años se fundó en San Francisco Banana Republic. A finales de 2012 llegó con 5.000 referencias de ropa a un local de 500 metros cuadrados en el centro comercial El Tesoro, en Medellín. También GAP tuvo allí un local, otros dos en Bogotá y uno más en Bucaramanga.
A la situación de la holding panameña en el mercado nacional se suma el cierre de dos locales de GAP en Costa Rica, aunque se abrió en mayo el noveno local de Banana Republic, en la ciudad de León.
“Las compañías se van porque ven incumplidos sus planes de negocio. Es una situación lamentable porque lo que se espera es que tengan un horizonte a largo plazo, afectado por razones macroeconómicas. En el último año se tuvo una alta devaluación y lo importado tuvo un encarecimiento significativo, sumado a la inflación y a las altas tasas de interés”, comentó Sergio Ignacio Soto, director de Fenalco Antioquia.
Además de estas condiciones, marcas como Forever 21 y Zara se han consolidado en el país como competidores de Banana Republic, con su apuesta de fast-fashion’, producción rápida de colecciones.
“GAP apunta a un concepto de moda de bajo costo, pero acá se dieron cuenta que no podían competir en las condiciones económicas actuales. La industria le ha sacado el mayor provecho al desarrollo de marcas locales”, señaló Santiago Roldán Zuluaga, especialista en mercadeo.
La retirada de ambas marcas se suma al cierre de tiendas por departamento de las chilenas La Polar y Ripley. La primera arribó en 2010 y consolidó seis tiendas en Medellín y Bogotá, antes de que los desaciertos en ubicación de locales y malos resultados, entre otras razones, obligarán a cerrar.
En el caso de la segunda, alcanzó a abrir seis tiendas, una en Medellín, pero se la devaluación afectó los costos de importación de sus productos y no tuvo el posicionamiento de marca requerido.