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La inflación no desacelerará hasta mitad de año, así lo aseguró el Grupo de Investigaciones Económicas de Bancolombia en su última revisión de expectativas económicas para 2016. El banco considera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación, subirá hasta 7 por ciento.
No obstante, al final de 2016 habría un respiro para el bolsillo, pues este indicador bajaría hasta 4,4 por ciento, según el mismo pronóstico. Pero la firma Alianza Valores prevé que se mantendría al final de 2016 por encima de 6 por ciento, según un sondeo del diario La República (ver gráfico).
Mientras tanto, el codirector del Banco, Carlos Gustavo Cano, afirmó el 20 de enero pasado que la inflación podría llegar a 7,5 por ciento en el segundo trimestre de 2016, con lo que la “senda de reajustes de la tasa de interés debe proseguir”, augura.
Un fenómeno de El Niño que pierda fuerza, un dólar estable y menor presión desde la demanda sería la dosis para bajar el aumento del costo de vida.
Desde el grupo de Investigaciones Bancolombia, esperan que esto suceda en el segundo semestre de 2016, de manera que el IPC encuentre niveles más cercanos a la meta del Emisor (4 por ciento) en los primeros meses de 2017.
“El Gobierno está comprometido en hacer que baje la inflación hasta 4,5 por ciento y así reducir el costo de vida de los colombianos”, comentó ayer el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, al inicio del Congreso de Tesorería de Asobancaria, gremio de entidades financieras, en Cartagena.
Sin embargo, esta previsión a la baja después de junio no la comparte todo el mercado. La encuesta de La República arroja un promedio de 4,83 por ciento.
Para la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), advirtió en su comentario diario del martes pasado que “hay un impulso al IPC que se va a experimentar como consecuencia del aumento de 7 por ciento en el salario mínimo para 2016”. Agrega que el Banco de la República pudo hacer mucho más en 2015 por controlar la inflación, incluso sin tener que mover su tasa de interés y apoyándose en venta de dólares) para frenar la divisa.
Además, esa presión del dólar sobre los precios se mantendrá. Anif proyectas que la devaluación del peso será de 17 por ciento en 2016, frente al 30 por ciento del año pasado.
En respuesta a presiones inflacionarias, el Emisor seguirá apretando clavijas con alzas en sus tasa de interés, que se pronostica subiría hasta 6,5 por ciento durante el año. Justo hoy se discutirá el tema en la primera reunión del año de la junta del Banco.
En ese escenario, con tasas del Emisor en máximos de 2009, el crédito caro ahuyentará a los ciudadanos, que gastarían menos.Esa aversión al crédito golpearía el consumo y el país crecería menos. La Asociación Colombiana de Entidades Bancarias (Asobancaria) estima que este año el sector prestará un 6 por ciento más que en 2015, cuando creció a tasas de 11 por ciento.
Esta fiebre y sus síntomas parecen perfectamente diagnosticados. No obstante, los escenario cambian de un día a otro. Ya pasó con el precio base del petróleo del Gobierno, también puede pasar con el alza de tasas del Emisor.