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La tasa nacional de inflación durante abril fue de 0,50 %. Con este indicador, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anualizado alcanzó 7,93 %.
Ambos índices, el mensual y el anual mostraron desaceleración al compararlos con lo reportado por el Dane en marzo.
“Que la inflación en el comparativo anual bajara de 7,98 % (dato a marzo) hasta 7,93 % le da un respiro temporal al Banco de la República”, aseguró el director de Estrategia de Corficolombiana, Andrés Pardo Amézquita.
Sin embargo, al descomponer el IPC, la subida de los precios de los alimentos no da tregua pues abril fue de 1,26 % y al observarlo en los últimos doce meses sube a 12,63 %.
“Los alimentos reflejan aún los efectos del fenómeno de El Niño y un dólar caro, que afectaron siembras y fertilizantes”, indicó el Camilo Silva, socio fundador de Valora Inversiones.
En el IPC mensual, solo dos grupos de gasto: alimentos y salud (0,83 %) superaron el promedio de 0,50 %.
Mientras tanto, la inflación en lo corrido del año a abril fue de 4,07 %.
Ahora bien, cuando se mira la inflación por niveles de ingreso, en los últimos 12 meses las familias con menos recursos fueron los que percibieron las mayores alzas en los precios, con un IPC de 8,33 %, mientras los ingresos medios y altos experimentaron 7,74 % y 7,78 %, respectivamente.
La inflación en el Valle de Aburrá estuvo por encima del promedio nacional y se ubicó para abril en 0,66 %, en lo corrido del año en 3,97 % y el dato anualizado fue de 7,83 %.
A diferencia de lo sucedido en el país, lo que más aumentó el costo de vida en el área metropolitana en abril fue la vivienda, con 0,93 %, seguido de alimentos, con 0,74 %.
Sorpresa en el mercado
El consenso de analistas esperaba un IPC de 0,66 % de acuerdo con las encuestas de Bloomberg y el Banco de la república, y en el caso de Credicorp Capital el pronóstico era de 0,74 %.
Con los datos revelados por el Dane, esta firma no descarta una moderación mayor en la inflación de aquí en adelante, dada la reciente normalización del clima y el buen comportamiento de la tasa de cambio del dólar frente al peso.
“El debilitamiento del fenómeno de El Niño permitirá la normalización gradual de los precios de los alimentos y de la energía. A ello se sumaría las menores presiones que experimentarían los bienes y servicios transables por cuenta de la moderación del tipo de cambio en las últimas semanas”, anotaron.
Un poco menos optimista se declaró el Banco de la República, que con el dato de inflación anualizada hasta marzo (7,98 %), elevó en 50 puntos básicos su tasa de intervención y la llevó de 6,5 a 7,0 %, con la intención de que así se frene el aumento en el costo de vida.
“La magnitud de la devaluación del peso y la fortaleza del fenómeno de El Niño elevaron el riesgo de una convergencia más lenta de la inflación a la meta (entre 2 y 4 %) en 2017”, señaló en un comunicado el Emisor.