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Millicom contempla a Medellín como centro de servicios para A. Latina
Esteban Iriarte se alista para dejar la presidencia de TigoUne y liderar la operación de la multinacional en América Latina. Así respondió a este diario.
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Esteban Iriarte es presidente de TigoUne desde agosto de 2014. En mes y medio pasará a un nuevo cargo creado por Millicom: vicepresidente de Operaciones, con sede en Miami. FOTO e. bustamante
11 de junio de 2016
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No solo TigoUne es la operación más robusta y que genera una tercera parte de los ingresos de Millicom, también proyecta a Medellín como futuro de centro de servicios para atender las otras operaciones de la multinacional en América Latina: Paraguay, Bolivia, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Guatemala.
En términos prácticos, significaría más inversión y generación de empleo en la capital antioqueña, sede de la compañía en que Empresas Públicas de Medellín (EPM) y Millicom fusionaron sus negocios de telecomunicaciones desde agosto de 2014.
Sobre este tema se refirió ayer, en diálogo con EL COLOMBIANO, el argentino Esteban Iriarte, presidente de TigoUne hasta el próximo primero de agosto. Ese día asumirá en un cargo creado por Millicom, vicepresidente de Operaciones. Tendrá foco en América Latina, donde la compañía de origen sueco tiene el 85 % de su facturación y se genera el 95 % de su Ebitda (flujo operativo de caja). El resto lo aportan las operaciones en cinco países africanos.
Luego de cuatro años y medio en Colombia, Iriarte deja a TigoUne como primer operador de telefonía fija (24,3 %), segundo en televisión (20,1 %) e internet de banda ancha (25,3 %) y tercero en telefonía móvil (19 %), según el último reporte del Ministerio TIC.
Además fue protagonista de una de las integraciones empresariales más grandes en la historia del país, y una voz fuerte al pedir más regulación para equilibrar el mercado nacional de telecomunicaciones.
Ahora lo sucederá el paraguayo Marcelo Cataldo, actual vicepresidente Comercial, cargo que asumirá Santiago Londoño, quien viene desde Une.
Así respondió Iriarte desde Miami, donde será su nueva oficina. Pero seguirá cerca de Colombia, pues ocupará una silla en la junta directiva de TigoUne y hará con Cataldo “una transición ordenada” hasta diciembre próximo:
¿Cuál es el mandato frente a su nuevo cargo?
“Hay un fuerte foco en el crecimiento de negocios y clientes, que se combina con potenciar a nuestra gente para buscar cada vez mayores eficiencias y mejores resultados”.
¿Cuáles buenas prácticas en Colombia tratará de llevar a otras operaciones de Millicom en la región?
“Tenemos una regla de oro: ‘copiamos con orgullo y precisión’, cuando alguien de nuestras operaciones hace las cosas mejor, lo podemos incorporar. Lo hecho en el proceso de fusión para generar sinergias lo podríamos trasladar a otras partes, buscando más eficiencias. En cuanto a la movilidad de la gente, se facilita explorar nuevos horizontes”.
¿Y de otras regiones hacia TigoUne?
“A Medellín podríamos verlo como centro de servicios hacia las otras regiones por la calidad de los recursos, me refiero a su gente y a la capacidad de innovar. Esto ya lo han hecho muchas grandes empresas paisas en últimos años”.
¿A qué se refiere?
“Hay áreas que podrían tener base en Medellín, como algunos centros de monitoreo de nuestras redes. Para ello podemos retomar la experiencia de centros de recursos o de servicios que sirven a Centroamérica desde El Salvador, que nos podría ayudar a potenciar a Colombia. También se pueden sumar escalas con la experiencia de Paraguay en relacionamiento con clientes o mejorar en compra de capacidades de internet, entre otras cosas”.
¿Qué pendientes dejará en el tintero a su sucesor?
“Pendientes siempre hay en una empresa tan grande y dinámica. Con este cambio comienza una nueva etapa, el primer tramo de la fusión ya está resuelto. Pero hay mucho por hacer en términos de la industria, de lanzamientos de productos, unificar marca, vienes muchas cosas”.
¿Cuándo habrá marca?
“Definimos una serie de indicadores para encontrar el momento en que la nueva marca sea la que mejor represente los productos que ofrecemos. Estamos en ese proceso y los indicadores están asociados a nuevos lanzamientos tecnológicos, nivel de satisfacción de los usuarios, al clima interno de la organización y otros”.
También dejó un reto a su sucesor de participar en la venta de la ETB...
“Desde la junta directiva ya se expresó que tenemos una intención de revisar, evaluar y estar cerca del proceso. Ojalá el día de mañana podamos contar con una red más grande, una cobertura más fuerte y que, habiendo recogido la experiencia de la fusión, podamos también dar este paso”.
Financieramente, ¿cómo deja a TigoUne?
“Es una empresa sólida y seguimos ganando participación de mercado (1,7 millones de usuarios móviles durante 2015). Si no fuera así, no hablaríamos de seguir creciendo con una adquisición como puede llegar a ser la ETB o desplegando más redes”.
En cuanto a reglas del mercado de telecomunicaciones ¿al Gobierno le falta hacer más?
“Sin duda ha hecho grandes avances en los últimos años, pero no es suficiente, hay que dar más pasos y profundizar más los que ya se han dado”.
Finalmente, ¿el Gobierno se ha demorado mucho en sacar una subasta de espectro electromagnético, clave para poder mejorar la calidad de servicios móviles?
“TigoUne necesita bandas bajas y hemos hecho ese llamado insistentemente al Gobierno en los últimos años para tener una mayor cobertura a un menor costo del actual. El mercado colombiano es muy particular: dos competidores tienen bandas bajas (Claro, Movistar) y nosotros, no. Esto hace que el esfuerzo de inversión sea casi tres veces mayor, comparado con el despliegue de los otros operadores. Así que bienvenida la subasta y esperamos que sea más pronto que tarde”.
8,9 %
creció el negocio móvil de TigoUne en 2015, mientras el negocio fijo lo hizo al 7,1 %.
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