Plan de Ordenamiento Territorial (POT): cuatro palabras que pueden generar aburrimiento o confusión. El término, sin embargo, encierra preocupaciones cotidianas como movilidad, vivienda, contaminación, construcción de vías, parques y escuelas...
Estos temas fueron discutidos ayer durante el cuarto foro “Agenda para un nuevo gobierno 2016-2019”, organizado por EL COLOMBIANO y el Instituto de Estudios Metropolitanos y Regionales de la Universidad Pontificia Bolivariana, UPB.
El ordenamiento territorial se ha convertido en un tema sensible durante las campañas electorales. Un buen número de las preguntas que formulan los ciudadanos tienen que ver con ese concepto: ¿Cómo evitar la congestión vehicular? ¿dónde se pueden construir las viviendas de interés social? ¿cómo generar más espacios para el peatón y los usuarios de bicicleta? ¿cómo mejorar la calidad del aire? Los analistas Guillermo Penagos García, Fernando Montenegro, Gloria Aponte García y Diana Catalina Álvarez respondieron algunas de estas preguntas.
En la discusión sobre ordenamiento territorial aparece el ambiente como eje central. Según los expertos, los elementos del ecosistema deben ser tenidos en cuenta ante posibles afectaciones naturales. Naciones Unidas los respalda. En el informe sobre el cambio climático el organismo señaló que “se prevén problemas de escasez hídrica e inestabilidad de suelos, y en las costas, el aumento del nivel del mar y las inundaciones pueden afectar asentamientos”.
Un tema que ha estudiado a fondo el arquitecto Montenegro es la construcción de viviendas. El caso de Soacha, el municipio aledaño a Bogotá, fue propicio para explicar algunos desafíos: “allí se está adelantando uno de los proyectos más ambiciosos de viviendas de interés social: 50.000 casas en un área de 328 hectáreas. El problema es que no se trata solo de construir casas. En el lugar hay dos colegios. ¿Serán suficientes?”. La misma pregunta se repite cuando se habla sobre el espacio para hospitales y parques en los grandes mega proyectos que se adelantan.
Articular las políticas de planificación urbana entre los municipios es un punto que subrayó la arquitecta Diana Álvarez: “ La sostenibilidad del Valle de Aburrá depende de los acuerdos que se construyan entre los municipios que están en el área metropolitana. Tener un río limpio, contar con una movilidad responsable, delimitar áreas protegidas. Estos son temas de carácter metropolitano que se deben tener en cuenta”..