En los puentes festivos de noviembre, los conductores que salían de Medellín hacia el Occidente y el Urabá antioqueño, disfrutaron la movilidad de lujo que ofrecen los nuevo 4,1 kilómetros de doble calzada que hay entre Robledo y el túnel de Occidente; sin embargo, el ritmo se dañaba y más de una vez se hacía eterno en el cruce del peaje, precisamente, por la baja capacidad de atención del mismo, desproporcionada frente a la nueva vía.
Hoy en día, cuando las dobles calzadas empiezan a tomar fuerza en las principales vías que entran y salen del Valle de Aburrá, los usuarios ya están exigiendo este tipo de mecanismos automáticos, sobre todo para ahorrar tiempo y no interrumpir el ritmo que llevaban en la vía.
A la fecha, solo seis peajes de tres concesiones cuentan con el servicio de pago automático; sin embargo, aunque es un servicio exclusivo, a los conductores afiliados a este sistema todavía les toca un carril mixto en la mayoría de los peajes, por ende, no pueden avanzar tan ágilmente como desearían por tener el dispositivo de cobro automático.
“La gran ventaja de tener Flypass en ese tipo de carriles mixtos es que, a medida que todos tengan el servicio de pago electrónico, el tiempo de transacción se va a reducir más, mejorando la movilidad en la zona del peaje. Por ejemplo, en promedio, una transacción en efectivo en el peaje puede durar entre 8 y 11 segundos, mientras que con Flypass dura 4 segundos. Ahora bien, imagine si todas las personas que transitaran por el peaje tuvieran el mecanismo”, comentó Claudia Arango, directora de Mercadeo y Servicio al cliente de Flytech, empresa operaria del sistema Flypass.