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El falso espejo de las redes sociales
Plataformas digitales son usadas de manera errónea por los jóvenes para legitimarse.
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FOTO STOCK
15 de noviembre de 2015
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La australiana Essena O’Neill de 18 años era toda una celebridad en Instagram, pero hace solo unos días esta modelo decidió bajarse del altar de la veneración virtual y decirle al mundo que era víctima de un fraude: “Las redes sociales no son la vida real”, dijo después de cerrar sus perfiles en esta plataforma.
Tenía 767.000 seguidores que veían las publicaciones de una chica sexy, que se mostraba feliz con su curvilínea figura y que lograba que miles de usuarios le marcaran corazones al pie de sus fotos.
“La farsa se arma cuando comenzamos poniendo solo lo lindo, lo que provoque mil ‘likes’ y, de pronto, cuando la realidad se presenta, el castillo de naipes se desmorona”, así describió su malestar el pasado 3 de noviembre en un video que subió a YouTube, desde el sofá de su casa, sin una gota de maquillaje y con el pelo recogido, advirtiendo “lo dañinas” que pueden resultar las redes sociales para los jóvenes. La grabación ya registra 737.000 reproducciones.
O’Neill, en su apuesta por demostrar que se despojaría de los retoques, detalló cómo cada ángulo en las imágenes que subía en Instagram estaba estudiado y hasta cuántas veces repitió una foto para conseguir la perfecta.
Pero no borró por completo su rastro en la web, la australiana lanzó letsbegamechangers.com (vamos a cambiar el juego), un portal para promover su campaña de vivir una vida más honesta. Desde ese espacio hace un desafío: “Mi primer pequeño reto para ustedes es tener un día libre de redes sociales por una semana”. Y con esto, el debate quedó abierto, ¿usted podría?
Reconocimiento social
Para Gregorio Henríquez, antropólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana e investigador de problemáticas urbanas, la primera amenaza de las redes está en que se está “abandonando el sentido social de las comunicaciones y el valor de la palabra durante el encuentro cara a cara”. A esto le agrega otro aspecto que le inquieta: “Las redes atentan cada vez más contra un concepto importante para el funcionamiento de una sociedad: la caída del pudor”.
¿Qué tipo de concepto de intimidad le explica usted a sus hijos?, es el interrogante que se hace este antropólogo tras indicar: “Se pierde la línea entre lo privado y lo que puede resultar de dominio público. Preocupa que los jóvenes de hoy serán los padres del mañana”.
El impulso de averiguar la vida de los otros desde sus perfiles virtuales, conocido como “stalkeo”, es otro punto que destacó Gregorio Henriquez. “Nos estamos transformando en la sociedad del chisme y en individuos que creen que los ‘me gusta’ en una foto o una selfie son sinónimos de aceptación”.
Esta misma inquitud del experto colombiano fue estudiada en la más reciente investigación realizada por la multinacional española Findesense sobre “preferencia y uso de redes sociales entre jóvenes colombianos y latinoamericanos”.
De acuerdo a este sondeo realizado con 700 jóvenes de Latinoamérica y España, entre 14 y 19 años, Facebook es la red social en la que se busca el “reconocimiento social”, medido a través del número de ‘me gusta’ que reciben las publicaciones. Por su parte, Instagram quedó como la red social predilecta por quienes buscan ‘stalkear’ o averiguar los perfiles de amigos, conocidos y hasta de celebridades.
Pero otra particularidad arrojó esta investigación, en la cual 100 de los consultados son colombianos, y es que Instagram es la plataforma más valorada para los jóvenes cuyo objetivo es “lucirse” con la publicación de fotos o selfies. ¿Por qué? Por los filtros y retoques que permiten mejorar la imagen original.
Problema de Estado
El español Juan Moisés de la Serna, doctor en psicología reconocido en 2010 como uno de los 100 mejores profesionales de la salud del mundo por el International Biographical Center, habló con EL COLOMBIANO de por qué es vital que los gobiernos pongan la lupa en cómo los ciudadanos se relacionan.
Su alerta la enfocó en los jóvenes, los más vulnerables a la “adicción comportamental” de las redes sociales. Para saber si padece este síndrome identifique cuánto le dedica a estas plataformas, dice el médico.
¿Es de los que piensa todo el tiempo que debe revisar su Facebook para saber qué salió en su muro? Si su respuesta es afirmativa seguramente sus patrones de conducta han cambiado y puede que sin darse cuenta “su rendimiento académico o laboral y sus relaciones sociales e interpersonales se estén viendo afectadas”.
Para tratar este mal, el experto dice que se debe tener claro que “experimentar con las redes o plataformas tecnológicas no es un problema, lo negativo es no ver el límite en su uso”. Para que haya soluciones efectivas, los gobiernos deben involucrarse con programas educativos y acciones que propicien la cultura ciudadana.
La presencia de restaurantes en Europa y Estados Unidos en donde se prohibe el uso de los teléfonos inteligentes es un ejemplo de ello. Un país que justamente ha ido más a fondo en estos temas es Australia. De la Serna señaló que la nación australiana “ha tomado medidas para tratar adicciones tecnológicas con la creación de clínicas de tratamiento especializadas”.
El médico español lamentó que este panorama sea subestimado porque “estamos ante un problema de salud” cuando comienza a volverse natural tener cada día “individuos aislados”.
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