La alarma empezó cuando los inscritos a fondos de pensiones privadas de Colombia recibieron el último extracto trimestral. El signo menos en el rendimiento de muchas de las cuentas despertó tantas dudas que en redes sociales las palabras “Porvenir” “Protección” y “Colpensiones”, la Administradora Colombiana de Pensiones, de carácter público, fueron tendencia desde la noche del primero de mayo.
Las opiniones hablaban de un inminente robo, otros buscaban la manera de cambiar sus fondos pensionales al sector público y otros tantos no ocultaban su desconocimiento respecto al tema. Para derribar los mitos, salir de dudas y entender un poco más sobre lo ocurrido conversamos con David Alberto Bedoya Londoño, profesor del programa de Ingeniería Financiera de la Universidad de Medellín, quien respondió a las preguntas de los ciudadanos en redes sociales:
“El revuelo en redes sociales radica en esa rentabilidad negativa que aparece en los extractos de los últimos periodos. Pero es necesario entender que esa rentabilidad dependen de varios factores que pueden ser positivos o negativos, eso no quiere decir que se pierda la pensión o se esté disminuyendo lo que uno ha aportado. Lo que hay que tener claro es que de acuerdo al perfil que uno tenga, uno puede escoger una serie de fondos en la parte de pensiones, ya sea un fondo de alto riesgo, un fondo moderado, o un fondo conservador, de acuerdo al factor de riesgo y la edad que uno tenga.
Digamos que si uno está en un fondo de mayor riesgo es porque es una persona joven, que aún le faltan mucho años por jubilarse. Pero si la edad de pensionarse está cerca, lo mejor es ser parte de un fondo conservador, donde se hacen inversiones menos volátiles para asegurarse a una pensión. Es importante resaltar que también por ley, a medida que pasan los años, se busca que el perfil de los usuarios vaya cambiando con el fin de que su dinero no se ponga en riesgo y se pueda asegurar su futura mesada”, explica el profesor Bedoya.
“El fondo de pensiones público funciona con el régimen de prima media, es decir, todos vamos a aportar a ese fondo, ese aporte llega a un fondo común sin importar si es el cliente Y o el Z. Cuando llega el momento de jubilarnos los recursos salen de ese mismo fondo; puede ocurrir que esa bolsa se acabe, y ahí es cuando llega el Gobierno y saca un recurso del presupuesto de la nación para garantizar las pensiones. El fundamento de este tipo de fondos es que hay muchas personas jóvenes que están aportando y pocas que van llegando a la edad de jubilación y así se mantiene el sistema. Pero con el cambio de dinámica puede ocurrir que lleguen muchas personas con edad de jubilarse, y pocos jóvenes estén aportando y ahí se puede generar un gran déficit, y una crisis pensional como la que afectó en sus finanzas públicas a países como Grecia, Irlanda y España”, dice Bedoya.
“No es un mito, esto es una realidad. La informalidad llevará a que no coticemos en los fondos de pensiones, al no hacerlo, llegará la edad de jubilarnos y no tendremos lo recursos para ese tipo de pensiones. Y hay que admitir que hay un porcentaje alto de empleo informal que genera esas condiciones y de esta manera muchas personas no llegan a jubilarse y ahí se convierte en otro problema que toca al sistema pensional”, advierte el profesor.
Para el profesor Bedoya: “sería un mito y una irresponsabilidad decir que están pagando la caída del puente con los fondos de pensiones. Ahí hay que aprender algo de los fondos privados: Estos deben manejar los recursos de los pensiones como patrimonios autónomos; o sea por un lado están los recursos propios de la administradora y por otro lado los recursos de los fondos que manejan.
Y sin duda alguna hay una estricta vigilancia de parte de la SuperIntendencia Financiera de Colombia que está atenta a que esos recursos no se toquen. Además lo que ganan los privados manejando esos fondos son unos honorarios que define la ley por el uso recursos”.
“Uno se debe preocupar cuando esté ad portas de pensionarse, porque ahí sí se sentirá un cambio en la mesada pensional.
Hay otra cosa que se debe tener en cuenta, y es que los fondos de pensiones deben tener una rentabilidad mínima y deben garantizar si estos no cumplen con esta o no. Y si algo ocurre son los dueños, accionistas y los socios de estas compañías, quienes deben aportar de sus propios recursos para cumplir con la rentabilidad fijada por la Superintendencia Financiera”, remata el profesor del programa de Ingeniería Financiera de la Universidad de Medellín, David Alberto Bedoya Londoño.