Por Miguel ángel López
En Irán, donde obligan a las mujeres a utilizar la hijab por ley, miles de mujeres se han atrevido a liberar sus rostros en señal de protesta al estado patriarcal en el que viven bajo el lema “Mi libertad furtiva” (My Stealthy Freedom, en inglés).
La periodista y escritora iraní Masih Alinejad inició el proyecto en 2014. Un año después la cumbre de Ginebra para los Derechos Humanos y la Democracia premió la iniciativa y ahora suma más de dos mil publicaciones en redes sociales.
La ley que les rige
Amnistía Internacional reportó que entre marzo de 2013 y marzo de 2014, unas dos millones 900 mil mujeres recibieron llamados de atención de la policía de la moral por la infracción al código de vestimenta.
Desde la revolución iraní en 1979, se instauró la República Islámica en el país, que entre sus leyes, exige que las mujeres se cubran bajo un estricto código de vestimenta.
Si bien el reglamente ya no es tan estricto como en su restauración después de la revolución, las mujeres deben cubrir su cabello y pechos con un velo.
Uno de los estilos más recurridos es el de la hijab, que puesto alrededor de la cabeza, permite dejar el rostro y el cuello expuestos.
Mujeres que luchan
Como recuerda Marjane Satrapi en su novela gráfica Persépolis, publicada en el año 2000, desde su implementación, las mujeres iraníes han buscado formas de revelarse contra el sistema opresor. En los tiempos más difíciles, lo máximo que lograban era asomar pequeños mechones de pelo por los velos y usar lápiz labial.
37 años después, las mujeres se quitan la hijab y publican fotografías y videos. “ Juntas es la única forma de crear un hermoso momento de libertad”, escribe una activista anónima en Faceb.ook.