Jorge Espinosa es un reportero bogotano, filósofo y sicólogo, con especialización en medios, que se fue a vivir a Nueva York con el propósito de seguir estudiando. Entró a Twitter en 2009 por recomendación de su jefe, le quedó gustando y ya tiene casi 20.000 seguidores.
Hablamos con él sobre su máxima pasión: hacer reportería, nos dio algunas recomendaciones literarias y nos contó sobre su experiencia en redes sociales.
¿Quién es Jorge Espinosa y a qué dedica la mayor parte de su tiempo actualmente?
“Ahora estoy viviendo en Nueva York. Soy reportero en las mañanas en RCN Radio y estudio en las tardes. El tiempo restante, camino”.
¿Estudió periodismo o cómo terminó haciendo radio?
“No. Estudié Filosofía y Sicología, luego hice un posgrado en periodismo. Terminé trabajando en medios porque un día alguien creyó en mí. En la entrevista, en un quemarropa en una cabina, entendí lo que se siente sudar literalmente de los nervios”.
¿Sobre qué es lo que más le gusta hablar en sus reportajes radiales?
“Trato de mantener los sentidos despiertos. No hay nunca historias malas, las hay mal contadas. Vivir, para mí, es hacer reportería, aprendí a cargar siempre la grabadora gracias al mejor reportero que conocí, Antonio José Caballero. La grabadora es una extensión de mí”.
Algunos de sus reportajes y trinos despiertan inconformidad ¿Cómo se relaciona con quienes lo critican?
“Los que despiertan inconformidad son, generalmente, los mejores. La crítica siempre, pero con ideas y no con matoneos. El día que una crítica me lleve a maltratar a otro, habré perdido la batalla contra el ego”.
¿Se ha ganado enemigos por tener una visión crítica de las malas prácticas de los políticos colombianos?
“Alguna vez un prófugo de la justicia me insultó, pero esos enemigos hacen que este trabajo merezca el esfuerzo. Yo no soy representante de imagen de nadie”.
Hablemos de su presencia en Twitter ¿Hace cuánto ingresó y por qué?
“En Twitter estoy desde el año 2009, por una recomendación de mi jefe, ingresé sin meditarlo mucho. Ahora, después del tiempo, tengo relaciones de amores y odios con el pajarito”.
¿Qué tipo de cuentas le gusta seguir y con cuáles interactúa?
“Sigo periódicos internacionales, algunos locales y revistas. Me seduce el tuitero con sentido del humor, con capacidad de reírse de sí mismo. También, solo para mortificarme, sigo políticos”.
¿Cómo cree que han cambiado las redes sociales las rutinas y las dinámicas periodísticas?
“La chiva, afortunadamente, agoniza. Pero me preocupan varias cosas: volver al reportero perezoso, cómodo e inmediatista. A veces, solo a veces, hace falta tiempo para vivir más despacio, sin tanta esquizofrenia, las redes sociales no ayudan mucho en ese propósito. No hay que competir en velocidad con ellas, hay que contar las cosas mejor. De pronto por eso siempre me chivean”.
Colombianas o extranjeras, ¿qué cuentas de periodistas admira y toma como referentes?
“Debo mucho a Claudia Morales y a Yolanda Ruiz. María Elvira Samper, que no tiene Twitter, es la sabia de la tribu. Además, me encanta Ana Cristina Restrepo, Camilo Jiménez y, aunque tuitea poco, admiro profundamente a Gerardo Reyes”.
Entre política, cultura y fútbol ¿De qué prefiere opinar en Twitter?
“A los libros, el cine y la música los quiero con el corazón; a la política, la detesto con las entrañas y el fútbol es infiel. En el mundo ideal, solamente pediría consejos de buenos libros y películas, pero me gana la entraña y me vence la política”.
Leemos que cita frases literarias continuamente ¿Alguna recomendación en específico para nuestros lectores?
“Que nadie se quede sin leer a Mia Couto, escritor de Mozambique; a Chinua Achebe, de Nigeria y a Raymond Carver, de Estados Unidos. Couto es inmenso, tiene una novela que se llama Jerusalén, traducida al español es hermosísima. Es sobre un personaje que afina silencios” .
