Un particular cruce de responsabilidades por los pobres de cada país tuvieron en las últimas horas los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro.
Aunque la polémica surgió el jueves, el tema viene molestando a los dos Gobiernos desde hace por lo menos dos meses cuando la Cancillería de ese país aseguró que en los últimos tres años han llegado de manera ilegal a ese territorio al menos 500 mil colombianos que se suman a un grupo cercano a los cinco millones, quienes sin importar su condición disfrutan de todos los beneficios que les da esa nación.
El presidente Maduro en un discurso sostuvo frente a los inmigrantes nacionales que “se vienen y todo lo que traen es necesidad y pobreza, todos vienen buscando educación, trabajo, salud y vivienda”.
Y acotó que “cuando vienen a Venezuela, las familias colombianas no vienen con riqueza ni propiedades, vienen con la pobreza y el dolor de haber perdido un familiar, y cuando llegan a Venezuela consiguen de nosotros una mano tendida”.
La respuesta del mandatario colombiano se dio el viernes, quien le recriminó a su colega que esa situación que describe se daba en el pasado, y le recordó que gracias al buen momento que vive el país hay prosperidad con lo que se están sacando cada vez más pobres de esa condición.
“Ayer el presidente Maduro dio unas declaraciones diciendo que Colombia le estaba exportando miseria a Venezuela. Yo le diría con mucho respeto al presidente Maduro que eso era en el pasado, que hoy es tal vez a la inversa, y que nuestro sistema económico está produciendo es todo lo contrario: prosperidad”, precisó.
Y concluyó con este mensaje a su colega Maduro: “Estamos sacando a más pobres que nunca de su situación de pobreza y de pobreza extrema. Lo que nosotros queremos es el bienestar de los venezolanos, y en eso pueden contar con nuestra ayuda”.
